El corazón de Miguel Herrera tiene la virtud de nunca olvidar a quien le ayudó a volver a los banquillos de la Liga MX, luego de su paso por la Selección Nacional.
Por eso, se rinde ante la directiva de Tijuana, que le permitió reivindicar su carrera como técnico, luego de que salió abruptamente del Tri por golpear al comunicador Christian Martinoli.
“Estoy muy agradecido con Jorgealberto [Hank, dueño de los Xoloitzcuintles], por el trato que me dio y porque me permitió volver al América”, reconoce el Piojo.
Herrera había tenido un paso con resultado aceptable en la Selección. Dirigió el Mundial de Brasil 2014, torneo en el que guió a México a octavos de final; consiguió una Copa Oro y dejó ese timón por la afamada agresión.
Tijuana le dio una nueva oportunidad al Piojo para el Apertura 2016. El estratega correspondió a la confianza del club fronterizo: lo sacó de problemas de descenso y les dio dos lideratos consecutivos.
“Devolví con resultados lo que me dieron en Xolos. Tengo muy buenos recuerdos, me otorgaron la posibilidad de trabajar de nuevo”, expresa el hoy entrenador de las Águilas de Coapa.
Pese a los halagos a su antigua institución, el profesionalismo llama a Herrera. Anhela vencer a su ex equipo, porque tiene la posibilidad de mantener el invicto azulcrema, conseguir una nueva victoria en el Estadio Azteca esta noche (21:00 horas) y seguir en la cima de esta campaña.
“Hoy quiero ganarle a Tijuana. Deseo que el equipo mantenga una seguidilla de victorias, que se mantenga lo más arriba posible para acercarnos pronto a la clasificación a la Liguilla, que es nuestra primera meta”, reconoce.
La buena racha americanista en Liga MX y Concachampions ha generado comentarios positivos y optimismo entre la fanaticada azulcrema acerca de la posibilidad de conquistar la estrella 13.
Herrera contribuye a aumentar las sensaciones de alegría entre su parcialidad. Promete que “no vamos a aflojar en lo que resta del torneo, porque no hemos conseguido nada todavía”.
Y eso, el Piojo lo quiere recalcar esta noche ante Tijuana, por más que lastime a un equipo que lleva en el corazón.