MONTERREY.— El campeonato pudo haber llegado antes del quinto round, pero una lesión en uno de los nudillos de la mano derecha, prendió la alarma de precaución en Francisco Chihuas Rodríguez, quien optó por administrar sus esfuerzos y con ello impedir sufrir un daño mayor, que pusiera en riesgo la corona paja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), que hoy ostenta el peleador regiomontano.

“Después de que tiré en el segundo asalto a Merlito Sabillo sentí un dolor en uno de mis nudillos, que hizo que ya no pudiera pegar con todo. Por eso preferí administrarme mejor para no lesionarme más y tener que abandonar la pelea. Siento que hubiera noqueado antes del quinto, pero gracias a Dios gané”, sostuvo Rodríguez, quien obtuvo el triunfo en el décimo round por nocaut técnico.

El Chihuas se convirtió en el tercer peleador de Monterrey en convertirse en campeón mundial, luego de que Lauro Salas lo hiciera en 1952, y Clemente Sánchez, en 1972, pero ninguno de ellos hizo la hazaña en tierras regiomontanas.

“Siempre lo he dicho, la afición de Monterrey es la mejor del mundo, han estado conmigo desde que empecé en arenas pequenas y siempre me han brindado todo su apoyo. Este triunfo se lo dedico a ellos y a mi tío Luis Rodríguez, que en paz descanse y quien fue quien me metió al boxeo”, apuntó el pugilista de 20 años de edad.

Sobre la estrategia que siguió para fincar la victoria, Francisco Rodríguez, a quien ahora buscan que se conozca como El Titanium, subrayó que todo fue trazado en golpeo al cuerpo para diezmar al filipino, que tras el viaje y el calor de Monterrey iba a estar por debajo de su físico.

“Yo no sé qué le pasó a Sabillo, nunca sentí nada de él arriba del ring, la verdad yo me preparé para enfrentar a un campeón mundial. Era mi oportunidad y no la iba a dejar pasar. Junto con mi esquina nos dedicamos a planear el golpeo al cuerpo, mis combinaciones iban a los costados para ablandarlo y así le entraron varios golpes que luego rematamos en la cabeza”, declaró el nuevo campeón mundial mínimo.

Ahora, las aspiraciones del boxeador neoleonés se basan en refrendar por varios años su campeonato y aspirar a grandes bolsas, aunque por el peso de su categoría reconoce que deberá ser espectacular y reinar por bastante tiempo, pues las pagas no son las más gratificantes en la división paja.

“Las bolsas se las dejo a la gente que me maneja, a mi representante, que sabe lo que más me conviene, obviamente que uno quisiera estar en las grandes peleas”, dijo.

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