FORTALEZA.— Cual reloj suizo, el tiqui taca del campeón del mundo marca la eliminación de Nigeria y otorga a España la perfección dentro del Grupo B de la Copa Confederaciones, al avanzar a semifinales luego de superar 3-0 al cuadro africano en el estadio Castelao.

Sin despeinarse, el conjunto ibérico se hace del balón, hasta desesperar al rival, que termina por rendirse ante la clase de La Furia Roja, cada vez más sólida en este certamen, al que pisa fuerte como aspirante a la corona. Por lo pronto, España hará frente a Italia en la ronda de semifinales, mientras Brasil definirá en la misma instancia contra Uruguay.

Aunque Nigeria se empeña, eso no basta para competir ante una potencia mundial y rápido se nota. En tres minutos, el conjunto europeo gana gracias a una extraordinaria muestra de buen futbol. Después de tocar el balón 14 veces sin interrupción, Iniesta filtra para Jordi Alba, quien elude a cuatro contrarios hasta fusilar al portero Enyeama.

La extraordinaria jugada relaja a España, que permite la insubordinación africana, al extremo de tolerar, en varios lapsos, una seria rebeldía que, sin embargo, desperdicia.

Y es que, en vez de apelar a su estilo, el cuadro europeo ofrece de arranque, una dinámica al tú por tú, que genera aproximaciones, pero también se expone a recibir goles.

En esa labor, Roberto Soldado deja ir dos opciones, al tiempo que el árbitro salvadoreño Joel Aguilar no pita una clara falta sobre Pedro, dentro del área al minuto 12, que debió sancionar con penalti.

A su vez, Nigeria le entra al intercambio y con un estilo más vertical, logra sacudirse a la zaga, mas Ideye perdona.

Al 39’, un centro de Soldado desde la banda derecha le cae de frente al marco a Césc Fábregas, pero su remate pega en el poste izquierdo de Enyeama, ya vencido.

El complemento otorga una ocasión más para que Nigeria empate. Al minuto 51. Musa desborda alegre por derecha y su centro, a primer poste, no es conectado por Ideye. Así que 10 minutos después, ya con El Niño Torres en el campo, en vez de Soldado, España liquida a su oponente. Fernando se tiende y con la cabeza conecta un centro de Pedro, para resolver la historia.

Para entonces, los españoles entienden que hay que correr menos y tocar más, lo que termina por envolver al contrincante, que aún patalea, como al 75’, cuando Musa sirve para Muhammad, pero falla.

Y en esas condiciones, a falta de dos minutos para el silbatazo final, Jordi Alba hace un gran pique por la izquierda y solito conduce hasta eludir y acabar con el portero Enyeama. Esa es La Furia Roja, capaz de desafiar al más pintado.

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