En su casa y con su gente... Los Pumas han convertido su cancha, el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, en una fortaleza, ya que en lo que va de este torneo, no hay rival que los haya despeinado siquiera y su victoria ante los Dorados de Sinaloa es prueba fehaciente de eso.
Los Pumas ligaron tres triunfos de forma consecutiva en su cubil, con diez goles a favor y ninguno en contra, siendo el mejor local, en lo que a números se refiere, en el Apertura 2015.
Contundente, práctico y siempre en control, así son los Pumas, que han superado a Monterrey, Atlas y Sinaloa por pizarra combinada de 10-0.
Además de todo, el equipo felino se encuentra en los cuernos de la luna, al acumular 12 unidades, lo que ya lo coloca como el sublíder del torneo.
Memo Vázquez lo ha vuelto a hacer. Tomó a un equipo desahuciado, al que no pudo calificar en el Clausura 2015, y lo ha convertido hasta ahora, en serio candidato a la Liguilla.
Alejandro Palacios, olvidado por seis meses debido a una fuerte lesión, está de regreso y más maduro. Darío Verón ha tomado su “enésimo” aire y logró que Gerardo Alcoba, su compañero en la zaga se vea bien. En el medio campo recuperó a Javier Cortés, quien estuvo bastante tiempo perdido por su exceso de peso y adelante, Ismael Sosa, junto con Fidel Martínez, se han convertido en los ejecutores del equipo.
Hasta la gente volvió a CU.
Sinaloa hizo un buen primer tiempo. Aguantó la andanada inicial de los locales para irse al frente y generar peligro, no concretado en gol.
Pero el tiempo pasó y ese es el peor enemigo de los sinaloenses. A los veteranos les comenzó a costar y Pumas, más acostumbrado al clima y al horario, se fue arriba. Primero marcó Ismael Sosa al recibir un gran servicio de Fidel Martínez y en la segunda parte, el mismo Fidel coronó la mejor jugada del partido para el 2-0.
Pumas pudo ampliar la ventaja al 73’, cuando Eduardo Herrera falló un penalti (tras falta sobre Gerardo Alcoba); su disparo fue a media altura y el arquero Luis Michel atajó para evitar el tercer tanto.