Sin recelos, Rafael Márquez sabe que hoy es tiempo para sumar en pro de México. Y bajo esa mentalidad, el experimentado zaguero abre las puertas a todos los que quieran aportar su granito de arena para que el Tri logre clasificar a Brasil 2014, incluidos los llamados “naturalizados”.
“Hoy necesitamos de todos. Estamos en una situación donde tenemos que buscar ayuda de todos lados, pero sobre todo, de gente que quiera ayudar, positiva. Ellos están aquí por algo, tienen calidad y el técnico así lo decidió. Hay que sumar todos”, comparte el simbólico defensa del León y otrora emblema del Barcelona.
“Estoy contento y muy motivado de estar aquí. Dios pone las cosas por algo. Este es el momento que me toca estar aquí. Es un pasaje complicado, pero es una oportunidad importante para hacer que esto se pueda revertir”, asegura al término de la primera práctica bajo el mandato del Rey Midas Víctor Manuel Vucetich.
“Hay que encontrar la fórmula correcta para sacar los puntos importantes. Lo que pasó está atrás, es historia, hay que mentalizarnos en buscar las soluciones que nos puedan dar esa victoria”, dice, al insistir darle la vuelta a los conflictos que llevaron a la Selección a esta crisis futbolística.
“Lo malo de la Selección es eso, que no se tiene mucho tiempo para entrenar y hay que sacar el máximo provecho. Antes de este partido se necesita tiempo para prepararnos y es bastante positivo que se pueda trabajar, aunque sea estos tres días durante la semana y tener tiempo para que el mismo entrenador nos diga qué tenemos que hacer”, expone.
Convertido en uno de los líderes que Vucetich decidió rescatar con tal de recuperar fortaleza y actitud en el grupo, Márquez Álvarez considera que los partidos decisivos contra Panamá y Costa Rica “tenemos que afrontarlos con la responsabilidad que se debe” y rescata que la lista dada a conocer por el nuevo estratega es adecuada. Se trata de “un grupo de mucha calidad, con mucha gente que viene con fuerza”.
Pero, mejor aún, “es una oportunidad única y hay que tratar de aprovecharla al máximo, para darle otro giro a los resultados y a la historia”, considera. “Tenemos una oportunidad única, donde no hay margen de error”, admite.
Paciente, Márquez es de los pocos que atiende a los múltiples micrófonos que lo asaltan a lo largo de la zona mixta que se improvisa a un costado de la cancha principal del Centro de Alto Rendimiento: “Para mí es una nueva oportunidad, un nuevo reto y todavía se tiene la oportunidad de cambiar esto para bien”, se convence.