“No festejaré si marco”, asegura Oribe Peralta, delantero del América, de cara al duelo contra su alma mater, el Santos Laguna.
Pero... “sí quiero anotar gol y ganar”, amenaza.
Todos las luces apuntan al Cepillo, hombre nacido en La Partida, a unos cuantos kilómetros del estadio Corona que ahora volverá al terruño con la misión de derrotar al equipo de Pedro Caixinha y con la espina personal, de que nunca ha podido anotarle a los Guerreros.
Oribe nació futbolísticamente en La Laguna, pero para desarrollarse tuvo que vagar, primero en Morelia, luego en Monterrey y después en Jaguares. Con ninguno de esos clubes, pudo marcarle a los albiverdes.
“Es un sentimiento especial el jugar a Torreón, con mi gente, pero ahora estoy en otro equipo”, dijo Peralta, hombre de pocas palabras, que sabe que meterse en el Corona es una misión complicada.
“Santos es un rival muy difícil, es complicado de local, pero estoy consciente que en la forma en que estamos jugando, podemos ganar los tres puntos”, agrega.
Con Monterrey, Oribe ganó un partido a Santos, perdió otro y empató el restante.
Con Jaguares igualó y cayó.
Pero nunca les pudo anotar.
—¿Cómo esperas que te reciba la gente de Torreón?
“La verdad que no sé qué me toque —reflexiona—. Me parece que hice y di lo más que tenía a esa camiseta, a ese club, así que espero que sea un recibimiento cálido”, responde tímidamente.
—¿Y si haces gol, festejas?
“No... Quiero anotar y ganar, pero no festejaría”.
Y es que aún hay cariño por el equipo norteño.
“No es por otra cosa, le tengo un gran cariño a ese club. Es mi casa, ahí está mi gente”.
Sólo tres goles
Peralta sabe que está en deuda con las Águilas. Tres goles es muy poco para un hombre que llegó con la estampa de goleador y un valor de 10 millones de dólares.
“La verdad es que no ha sido suficiente [lo que he hecho]. Pero siempre me he matado, siempre me he entregado por estos colores. Al final, si el equipo gana, no importa quien anote, y yo siempre trataré de dar algo para que eso ocurra”, finaliza el Cepillo, que espera que en Torreón, tengan memoria.