La comunidad LGBT sigue luchando por una sociedad incluyente, los esfuerzos se han hecho desde marchas, festivales, conciertos, conferencias, representaciones artísticas y por su puesto, el deporte.
Querétaro se convirtió en sede del Circuito Nacional de Volibol de Diversidad 2018, y este fin de semana se dieron cita 350 jugadores de todo el país en el auditorio de la Facultad de Contaduría y Administración, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) lugar donde se llevó a cabo el evento.
Los deportistas se reunieron con la intención de convivir sanamente y hacer un llamado a la sociedad que aún los discrimina.
“En general el circuito se organiza para convivir, somos jugadores y amigos de todo México y aquí es donde nos juntamos para vernos y platicar, de la nada empezamos a darle más formalidad al torneo, meterle un poco de dinero, organización e inclusive este evento está registrado por la Asociación de Volibol de Querétaro, es un evento federado y la intención es lograr la inclusión de la comunidad LGBT, el respeto y la equidad”, explicó Eduardo González, organizador del evento.
El deporte ha roto las barreras que existen respecto al racismo, el machismo y muchas ideologías que, en lugar de hacernos progresar como ciudadanos, lastima nuestro tejido social. En esta ocasión, el deporte crea un puente entre la comunidad LGBT y los heterosexuales, dejando en claro que cualquiera puede poner a prueba su talento.
Pasaron tres años para que el evento regresara a Querétaro, y gracias a la gran respuesta que tuvo este año, la idea es convertir a la capital queretana en un punto de reunión para futuros torneos.
Con mucho colorido, bromas y un gran ambiente, el circuito nacional culminó de manera exitosa ayer, y deja un motivo de reflexión sobre la convivencia social que debemos mejorar.
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