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El destino reservó 2012 para dos iconos del beisbol. Por primera vez en la historia Gigantes de San Francisco y Tigres de Detroit se medirán por el título de la Serie Mundial en una batalla que cuenta con el talento suficiente para hacer brillar el diamante de juego. Un enfrentamiento con novenas que a lo largo de la temporada manufacturaron su camino con la principal intención de etiquetar el año con el campeonato de las Grandes Ligas.
Las expectativas son altas. Por la Liga Americana los Tigres arriban al Clásico de Otoño, luego de propinar uno de los mayores descalabros que han sufrido los Yanquis de Nueva York. Detroit subirá hoy al montículo a Justin Verlander. El as de la rotación de los Tigres va deborando innings a la para que cuelga argollas en el marcador. Un lanzador que volverá a competir por el Cy Young y Jugador Más Valioso. La ofensiva es un paquete de dinamita.
El venezonalo Miguel Cabrera, Delmon Young y Prince Fielder son las principales cartas en el ataque. El único inconveniente que pesa sobre los Tigres, es la semana de descanso que tuvieron luego de barrer a Nueva York.
Por su parte en la bahía se vive uno de los otoños más calientes. Los Gigantes saben jugar con la soga al cuello y escapar de ella. Los Houdines de la pelota.
Se convirtieron en el primer equipo de la Liga Nacional en levantarse de 0-3 en la Serie Divisional y en el tercero que lo hace con un 1-3 en la de campeonato. Hoy contarán con la labor deBarry Zito. El zurdo lanzó una joya de pitcheo en el quinto juego de la serie ante San Luis y espera repetir la actuación para silenciar las críticas que desde 2007 lo persiguen. El cuadro de San Francisco es un guante de seguridad. Marco Scútaro y Pablo Sandoval forman parte de él y sólo piensan en conseguir su séptima Serie Mundial.