SAN SEBASTIÁN.— Celebró el cuarto con más fuerza que el primero, al igual que sus compañeros. Normal. Protagonizó una gesta en la Real Sociedad... Y para el futbol mexicano.
La colocación de las siete letras que cuelgan en la parte posterior de su camiseta no son capricho del destino. “Carlos V” es el nuevo emperador del País Vasco. Embelesó al pueblo donostiarra con 90 minutos de época, en los que comandó el regreso ante el Celta de Vigo (4-3).
Histórico “póker”. Hugo Sánchez, Luis García, Luis Flores... Ninguno marcó cuatro goles en un partido de Liga europea. El chico de la polémica sonrisa lo hizo, sin saber la dimensión de su proeza.
Carlos inició su show bastante temprano (5’), con una sencilla definición. Parecía que la Real iba a aumentar su renta en el marcador en unos cuantos minutos.
No fue así porque el Celta encontró recompensa con un extraordinario gol de Rafinha (22’).
Con media hora en el reloj del duelo, el visitante se imponía por dos tantos de diferencia (1-3), gracias al segundo del volante brasileño y otro de Alex López.
Todo parecía sentenciado, porque los locales habían quedado noqueados con el tercero... Hasta que apareció Vela.
La Real Sociedad se metió nuevamente en el juego con un tanto de cabeza marcado por Vela, tras un tiro libre (60’), y gracias a la expulsión de Andreu Fontás (65’).
Comenzó el monólogo blanquiazul, ante un Celta replegado para salvaguardar el triunfo. No era posible con un Vela imperial, dispuesto a comprobar que esas siete letras en su espalda no son casualidad.
Su tercero de la noche fue polémico. Lucía en posición adelantada, pero la bandera no apareció (77’). Cerró la obra maestra con una definición salpicada de sangre fría. Sin marca, aguardó que el meta Yoel Rodríguez se venciera para aniquilarlo (81’).
Delirio, cortesía de “Carlos V”, nuevo emperador vasco.