Allá, del otro lado del oceáno Atlántico, Roque Santa Cruz también escuchó la leyenda del gigante azul acostumbrado a fallar a la hora cero, ese al que pretende despertar con base en goles.
El depredador paraguayo presentó los exámenes médicos correspondientes y ya firmó el contrato que lo vincula al Cruz Azul por los próximos dos años. El siguiente paso es ser pieza clave para fulminar una sequía que ya supera los tres lustros.
Serio, el fichaje ‘bomba’ de La Máquina para 2015, revela conocer perfectamente la amarga historia protagonizada por los Cementeros desde hace 17 años, cuando obtuvieron su más reciente título de Liga. Sabe que la falta de sangre fría en el momento cumbre ha propiciado interminables lágrimas, dolorosa costumbre que le gustaría convertir en anécdota.
“Es un club que tuvo a muchos jugadores paraguayos en los últimos años, así es que conozco bastante de las finales que viene jugando”, comparte el guaraní. “Desafortunadamente ha perdido esos partidos... Y son esos momentos en los que también debemos hacer bien las cosas para poder lograr ese título”.
Jugar en Europa durante 15 años y ser el máximo anotador en la historia del representativo de su país (30 goles) le convierten en gran esperanza para el castigado pueblo celeste. Está consciente de que será el motor de los sueños cruzazulinos... Y no le asusta.
Incluso, pide a sus nuevos compañeros no presionarse de más y valorar que pueden ser parte de un plantel que acabe con los demonios azules.
“Es una situación en la que todos los jugadores deben estar motivados y contentos por estar en un club como el Cruz Azul, que está deseoso de dar a la afición un título y, evidentemente, va a ser un marco histórico”, considera Santa Cruz, antes de esbozar una enorme sonrisa. “Hoy por hoy, ser parte del plantel, va a ser una motivación para todos los jugadores”.
De las más recientes 10 finales que ha disputado (todos los certámenes), La Máquina sólo ganó dos: Copa del Clausura 2013 y Liga de Campeones de la Concacaf 2013-14. Pobre balance.
En Liga, cayó frente al Pachuca (Invierno 1999), Santos (Clausua 2008), Toluca (Apertura 2008), Monterrey (Apertura 2009) y América (Clausura 2013). Además, sucumbió en la Libertadores 2001 con el Boca Juniors, mientras que en la Concacaf fue derrotado por el Atlante (2008-09) y los Tuzos (2009-10).
“Tengo entendido que ha perdido siete finales en los últimos años”, expresa, con un dejo de duda. “Eso habla de un equipo fuerte, pero por uno u otro motivo se ha mostrado esquivo en los campeonatos”.
“Es muy consistente lo que viene haciendo el club, salvo el último campeonato [local]”.
Nivel que, reconoce, es urgente recuperar. Apenas vive sus primeras horas como jugador del Cruz Azul, mas considera que el plantel dirigido por Luis Fernando Tena cuenta con la calidad para romper las cadenas sicológicas que lo apresan.
Ha vuelto a cruzar el Atlántico, aunque sentencia que no fue por falta de capacidad: “Se termina [su carrera en Europa], porque decidí venir a aquí, pero futbolísticamente, todavía me queda tiempo para seguir a un nivel muy alto, el cual quiero traer”.
Para teñir de azul la corona.