Representada por clubes con importante poder adquisitivo o con sólidos proyectos deportivos, la ‘Legión del Norte’ recuperó el control de la hoy llamada Liga MX durante 2015.
El Santos Laguna (Clausura) y los Tigres (Apertura) dieron la vuelta olímpica. Ambos lo hicieron sobre un césped que les era extraño y ahora ya es sagrado.
Monarcas con distintos métodos e iguales resultados. Los Guerreros apelaron a la paciencia y a un cierre meteórico para lograr el quinto título en su historia; los felinos regiomontanos a la cartera y sangre fría a la hora cero con tal de levantar su cuarto trofeo.
El equipo dirigido por Ricardo Ferretti, incluso sin refuerzos como André-Pierre Gignac, Javier Aquino o Jürgen Damm, gobernó el torneo efectuado durante la primera mitad del año. Participar en la Copa Libertadores, cuya final disputó, no fue impedimento para ser puntero del Clausura. Los problemas aparecieron cuando se topó con un equipo que entró a la Liguilla por una rendija, mas en óptimos estados anímico y futbolístico.
Los laguneros deambularon en la parte baja de la clasificación durante casi toda la fase regular. Con seis partidos por jugar, estaban en el lugar 15. Disputar la ‘Fiesta Grande’ lucía como simple utopía, así es que el proyecto encabezado por el director técnico portugués Pedro Caixinha se tambaleó... Hasta que un gol del caboverdiano Djaniny Tavares les otorgó tres valiosos puntos en Morelia (1-0).
Fue el despertar de los albiverdes, quienes sólo perdieron uno de sus últimos siete juegos en la etapa de clasificación (cuatro victorias y dos empates). Cosecha suficiente para terminar octavos y medirse a los Tigres en cuartos de final.
Lucían con todo en contra, pero otro tanto de Tavares significó vida. Avanzaron a semifinales con marcador agregado de 2-1. El Guadalajara fue su víctima en la ronda de los cuatro y, ya encarrerados, aniquilaron al Querétaro en el primer capítulo de la serie por el título (5-0).
Ha sido la máxima diferencia en la historia de las finales (66 ediciones); sin embargo, los Gallos Blancos pusieron dramatismo al marcar tres anotaciones durante la primera mitad de la vuelta. Caixinha ajustó en el descanso y la histórica reacción quedó en intento. Por primera vez en la historia, el Santos Laguna se coronó fuera de Torreón.
A diferencia de los Tigres, quienes volvieron a embriagarse de gloria en el Distrito Federal. Tres de sus cuatro campeonatos han sido en la capital del país, dos sobre el césped del estadio Olímpico Universitario.
El del domingo 13 de diciembre estuvo cargado de dramarismo, sello distintivo del andar de un equipo con una nómina valuada en poco más de 50 millones de dólares.
Tras contratar a Gignac, Aquino, Damm y el nigeriano Ikechukwu Uche, quien sólo jugó en la Liga de Campeones de la Concacaf, los norteños se colocaron la etiqueta de favoritos. No fallaron, pese a entrar a la fase final en el quinto sitio.
Participar en la Libertadores les impidió terminar más arriba, pero echaron a los Jaguares de Chiapas, el Toluca y los Pumas, sin importar que cerraron como visitantes.
Dignos representantes de la ‘Legión del Norte’.