Fueron muchos años los que pasaron sin que los equipos de futbol americano universitarios, Gatos Salvajes de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y los Zorros del Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ), se enfrentaran en la entidad.
Los jugadores de antes sabían que eran encuentros para dejar el alma, para defender sus colores sobre todas las cosas. Ahora este clásico del futbol juvenil queretano es revivido y protagonizado por una nueva generación de jóvenes que comenzaron una nueva historia en los emparrillados locales.
Tal es el caso del jugador de Gatos Salvajes, de la categoría Juvenil, Iván Chavero, quien anteriormente portó los colores de los Zorros y ahora defiende, con total entrega, los colores de la UAQ.
“Más que un clásico para mí es algo de sentimientos encontrados, y soy parte de Gatos, hoy me toca ser azul y representar a la UAQ y por ello jugué con el corazón”, dijo.
Parece que en las tribunas no se han olvidado aquellos encuentros épicos entre los dos equipos queretanos. Antes, sólo había tres equipos en la entidad y de ahí el arraigo de estos partidos en el pasado.
Las personas ubicadas en las gradas, son mitad azul y mitad naranja. Viven cada instante del juego apasionados por el futbol americano, apoyan a su equipo e imprimen ánimo a quienes, por alguna jugada, quedan lesionados. No cabe ni un alfiler en las tribunas; las porras no cesan durante todo el juego.
Un arraigo que atrajo a ex jugadores de ambos equipos a los dos partidos que se jugaron este domingo, uno en cada campo de las instituciones universitarias.
Uno de ellos fue el ex jugador Álvaro Martínez, quien aseguró que “es bonito volver a recordar los encuentros que tuvimos como universitarios, con el Tec Regional, pero siento que se perdió por mucho tiempo esta tradición y ahora hay la posibilidad de que se vuelvan a efectuar estos encuentros”.
“Yo los viví muy padre, desde 1985 lo empecé a vivir como jugador y, enseguida, como entrenador y me llevé aquí como 25 años trabajando con la universidad, fueron varios clásicos, unos los ganamos otros los perdimos, pero antes se vivía un poco más la euforia de jugar este clásico porque eran solo tres equipos en ese momento y se vivían con más intensidad”, expresó.
Por su parte, Daniel Pérez Murillo, director del programa de futbol americano de Gatos Salvajes, resaltó que fue una gran forma de revivir un clásico, con un partido cerrado, peleado hasta el final y donde los jugadores entregaron el alma.
“Creo que la emoción nos embarga a todos fue un partidazo, ver la unidad llena fue lo que más podíamos esperar para este clásico, y además lo terminamos ganando, fue un partido sufrido, pero así son los clásicos, hay que dar el corazón y el alma dentro del terreno de juego”.
“La liga municipal creo que es lo que necesitaba Querétaro, nuestro futbol americano, y aquí está la respuesta, con la tribuna llena. Volvimos a traer a las familias a los partidos y esperemos que no solo sea en los clásicos sino en todos los partidos de esta liga”, finalizó el director del programa de futbol.