DORTMUND.— Si el Bayern Munich dejó medio muerto al Barcelona con un escandaloso 4-0, el Borussia Dortmund aplicó una dosis similar al Real Madrid, al que vapuleó por 4-1, con sobrada autoridad, lo que perfila una final de Champions League con sabor alemán.
El polaco Robert Lewandowski, frío como un témpano de hielo, arrasó a los merengues con cuatro goles, en una noche histórica para él y su equipo, única, sin memoria. ¿Qué jugador le había marcado cuatro veces al Madrid en un mismo partido dentro de la Liga de Campeones de Europa? Nadie lo había conseguido, hasta anoche.
Sin espíritu, una y otra vez el orgulloso cuadro ibérico se estrelló contra la inspirada disciplina del Dortmund y en un segundo lapso glorioso, deshizo al tibio merengue hasta dejarlo sin forma y obligado a ganar al menos 3-0, el próximo martes en el Santiago Bernabéu, para darle la vuelta a la serie semifinal, luego de morder el polvo en el Signal Iduna Park de Dortmund.
Si Barcelona y Madrid no reaccionan, esta sería la cuarta vez en la historia que dos equipos de un mismo país disputan la final de la Champions League.
La posibilidad se dio a partir de que la locomotora alemana saltó a la cancha con el único propósito de retratar las redes madridistas sin piedad.
Rápido, en 7 minutos, Diego López desvió un cañonazo de Reus, pero un minuto después Lewandowski rompió las redes al empujar un centro desde la banda izquierda de Mario Götze y el polaco barrió para ganarle la partida a Pepe.
El Madrid reaccionó y logró posesionarse de la media cancha, gracias al trabajo recuperador de Khedira, Xabi Alonso y a la tarea creativa de Özil, Modric, a la que se suma la capacidad del portugués Cristiano Ronaldo y del Pipita Higuaín.
Tras una polémica acción, en la que los alemanes reclamaban penalti por falta de Varane sobre Reus, el cuadro merengue logó el empate al minuto 43’, gracias a que Hummels se durmió, Higuaín se la pasó a Cristiano Ronaldo y éste empujó sin arquero de por medio.
La situación parecía cambiar radicalmente a favor del cuadro visitante, pero en el complemento despertó el orgullo teutón y la fría efectividad de Lewandowski, quien con increíble modestia celebró cada anotación hasta completar cuatro.
Primero, al 50’, Reus filtró el esférico para Lewandowski y éste la empujó con gran efectividad. Enseguida, cinco minutos después, sin dar respiro al rival, Schmelzer proyectó un centro comprometido, que el polaco recepcionó como con la mano, jaló el esférico para sacudirse a Pepe y conectó un bombazo espectacular que estableció el sorpresivo 3-1.
Borussia Dortumund borró por completo a su oponente y al 61’ estuvo a punto de otro gol, cuando Gündogan conectó un espectacular zurdazo que desvió Diego López con las uñas para evitar la cuarta estocada. Pero cinco minutos más tarde (66’), Reus fue atropellado por Xavi Alonso dentro del área y Lewandowski, sin miramientos, cobró el penalti por el centro, con un cañonazo que aniquiló al Madrid por goliza y dio un golpe de autoridad, con la aplanadora alemana a punto de una final.