Sus piernas han aguantado de todo. 22 juegos; mil 662 minutos en la cancha; alrededor de cinco faltas por juego y ocho festejos.
Todo eso es lo que han soportado las piernas de Christian Giménez. No habría que pedirle algo más, pero El Chaco sí, les suplica, les exige... “90 minutos más”.
El 10 de Cruz Azul, ha sido de los jugadores que más ha corrido en el campo, tanto para labores de creación, como de defensa, es por eso que las patadas sobre él se repiten, y en cada repetición, duelen más.
“Es momento de pedirle 90 minutos, y un poco más a estas piernas. Pero el cansancio se debe de olvidar, no todos los días se llega a una final, y contra un rival como el América”.
Es el último juego del torneo, no hay más, no hay para donde irse, “es el último estirón, el más importante, ya no hay más”, manifiesta El Chaco, quien camina lentamente, quien tiene hielo sobre su rodilla derecha, una rodilla castigada por el futbol, y por los actores del mismo.
—¿Vas a jugar?
“Hasta en muletas”, dice convencido. “Me duele, pero llevo semanas jugando así, voy a estar, eso sin duda”.
La lesión se acrecentó cuando en el primer tiempo, en un intento por recuperar el balón, el contrario le cayó en la zona afectada; minutos después recibió una falta de Aquivaldo Mosquera, en la misma zona.
“Los golpes siempre son en la misma zona, todos los partidos pasa lo mismo”, parece quejarse.
—¿Son de mala fe?
“No, no lo creo. La de Aquivaldo [Mosquera] fue una jugada casual, pero me dolió mucho, eso sí”.
Pareció que Mosquera olvidó los viejos tiempos que vivió junto al Chaco en Pachuca.
“Fue un juego de parte de los dos —minimiza Giménez—. Al negro lo quiero un montón, viví de todo con él. Además (ríe), no puedo pelearme con él, mide 10 metros, está más fuerte que yo”.
Además de golpes, Christian Giménez también mete goles. Su tanto tiene en ventaja a los Cementeros.
—¿Predestinado a anotarle al América?
“Es casualidad, no es sí o sí que le tengo que hacer gol al América”.
Ese gol los puede hacer campeones.
“Estamos tan cerca y tan lejos. Tenemos las mismas posibilidades que tiene América. Tenemos un rival que juega bien, que tiene un gran técnico. Ahora vamos al Azteca a ganar”.
—¿Por tu consagración?
“Ni soy el mejor ganando un título, ni soy el peor si lo pierdo”.
Por eso, el volante de 32 años pide a sus dos piernas que aguanten “90 minutos. En el club sufrimos todos juntos y vamos ganar todos juntos. Quedan 90 minutos, y un poco más”.