Verbena en tonos blanco y azul frenada por Miguel Herrera.

Algunos aficionados cruzazulinos empiezan a realizar planes para celebrar, la noche del domingo, el noveno título de Liga obtenido por La Máquina, mas el director técnico de las Águilas reitera que “va a festejar la [afición] del América en el [Estadio] Azteca... En su casa”.

El Piojo es un hombre de fe, y la sustenta en el importante número de llegadas al marco rival que sus futbolistas generan en cada partido, sin importar donde se efectúe.

Le lastima el recuerdo de la húmeda noche en el Azul, pero su consuelo es la esperanza.

Asegura que lo único que deben mejorar los azulcrema es “la puntería, porque sí hay dos disparos al arco que tapa muy bien [José de Jesús] Corona, pero los demás los echamos para afuera. Hay dos cabezazos de Diego [Reyes], quien está frente al arco; el de Aquivaldo [Mosquera] sale justo a las manos de Chuy”.

Innumerables frustraciones que secan sus labios, historia repetida a lo largo del Clausura 2013, esa que anhela modificar, aunque sea un poco, mañana.

“Por ahí, lo que te desespera es que, con tanta llegada, no caiga el gol que te diera el margen de demostrar que fuiste mejor y, por lo menos, empataste el partido”, confiesa. “La tranquilidad en el equipo está, con la conciencia de que tenemos que ganar”.

Misión que, adelanta, buscará cumplir desde el silbatazo inicial de Paul Delgadillo.

“El equipo que propuso el juego [de ida] en todo momento fue América”, presume. “No cayeron los goles, pero estamos muy confiados en que se va a volver a salir como ayer [jueves] y tenemos gente que los hace... Van a caer”.

Discurso con el que frena la prematura celebración celeste.

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