Uno de los pocos pendientes que Paola Espinosa tiene en su carrera deportiva es obtener una medalla olímpica individual; objetivo que perseguirá en Río de Janeiro.
La clavadista llegará a tierras brasileñas con 29 años de edad y tres justas veraniegas previas que la catapultan para subir al podio el 18 de agosto, cuando enfrente la prueba de plataforma individual.
“Cada vez estoy más fuerte en todos los aspectos. Hoy por hoy me siento una competidora mucho más madura mentalmente y espero que todo el conocimiento adquirido en mis anteriores Juegos se vea reflejado el día de mi competencia. La medalla individual no me obsesiona, pero sí es algo que deseo mucho y que si sucede me haría muy feliz”, comentó la oriunda de Baja California Sur.
El cuerpo le ha pasado factura a la clavadista, quien suma dos décadas representando al país. Las lesiones pueden aparecer en cualquier momento y para ello Paola cuenta con el respaldo del preparador físico Pedro Gato, quien se encarga de fortalecerla físicamente.
“Tengo a un gran equipo que está en la misma sincronía que yo y eso es maravilloso”.
Aunque obtener la presea individual sería el perfecto colofón para su carrera, Paola no descarta repetir este premio con la tapatía Alejandra Orozco, con quien logró la plata en Londres 2012.
—¿Te ves nuevamente en el podio con Ale?
—Sí, claro que sí, para eso entrenamos todos los días, para ser las mejores. Nos sentimos bien, estamos muy contentas y con una gran amistad que me ha hecho abrirme más con ella. Sí me veo con un buen resultado.
Los últimos cuatro años fueron de altibajos en la carrera de Paola.
“Pasaron mil cosas en mi vida personal y como deportista; tuve que aprender de cada una de ellas. Soy una mujer que siempre ha luchado por lo que quiere, por sus sueños y aquí estoy en mis cuartos Juegos Olímpicos ganados con mi dedicación, con mi esfuerzo, con mi talento y con todo el esfuerzo de mi equipo de trabajo”.
Paola festejó los generosos estímulos económicos que ofreció la Conade para quienes suban al podio en tierras brasileñas.
“Que bueno, ojalá que me toque, es muy bonito que se reconozcan los objetivos que alcanzas con mucho trabajo”.
—¿Has pensado en el retiro después de Río de Janeiro?
—No, en realidad no sé qué voy a hacer después del 18 de agosto, mis pensamientos por ahora sólo llegan hasta Río. Ya después pensaré en mi futuro.
En la vitrina de Espinosa sobresalen, entre otras, dos medallas olímpicas (Beijing y Londres), tres mundiales, ocho títulos panamericanos y tres centroamericanos.
Una cosecha que aún no satisface a la deportista, quien una vez más, buscará convertirse en una de las heroínas de la justa veraniega.