Cuando se dio a conocer que la estrella de las artes marciales mixtas (MMA), Conor McGregor, se enfrentaría en 12 rounds a Floyd Mayweather Junior, comenzaron a predecir que el irlandés, sin experiencia profesional en la dulce ciencia de los puños, terminará por patear o lanzar un codazo a su adversario al no poder renunciar a su ADN de la UFC.
Realizar un movimiento ajeno al pugilismo, no sólo arrastraría la descalificación de McGregor, si no lo haría perder un porcentaje de su millonaria bolsa. Con el ánimo de un estudiante por aprender y de principalmente, no dejar dinero en la ciudad donde casi todos pierden, el irlandés tomó el teléfono y llamó al miembro del Salón de la Fama, Joe Cortez.
Conor le pidió al ex réferi sumarse a su equipo desde el minuto uno que inició la preparación. Cortez aceptó y en entrevista con EL UNIVERSAL sostiene que le sorprendió la capacidad atlética del peleador de artes marciales mixtas, pero sobre todo, su ímpetu por escuchar lo que puede y no puede hacer dentro del encordado.
“Pensé que sería difícil tratar de enseñarle las reglas del boxeo. Para mi sorpresa, puso todo su esfuerzo para cambiar los hábitos que tienen en las artes marciales mixtas. Estuve con él casi cuatro semanas y desde la primera vez que hizo sparring, me di cuenta de su cambio”.
Inducido al Salón de la Fama en 2012, Joe Cortez señaló que por contrato, hay situaciones que no puede revelar del campamento de McGregor, sin embargo, analiza que el irlandés tiene 30% de dar la sorpresa mañana, en gran medida por el uso de guantes de ocho onzas que se estableció.
“Creo que los guantes de 8 onzas sí van a poder marcar una diferencia respecto de los de 10 que iban a usar, por el tonelaje que tendrán el día de la pelea. Si McGregor sube más pesado, su pegada lo puede llevar al triunfo”, finalizó Joe Cortez.