Para la campaña 2014-2015, México tiene a 17 jugadores registrados en los principales clubes de Europa, lo que suma, según transfermarket, una inversión de 132.1 millones de dólares.
“Y pudieran ser muchos más, si es que los equipos apoyan un poco a sus jóvenes para que salgan al extranjero a cumplir su sueño; al final, todos saldríamos ganando”, opina Javier Aquino, volante del Rayo Vallecano español, quien encontró el apoyo de un club como Cruz Azul para salir.
De los 17 jugadores mexicanos en Europa, el más caro es Carlos Vela, tasado en 26 millones de dólares. Le sigue Javier Hernández, con 18.7 y Giovani dos Santos con 16.
También se cuentan entre éstos, las jóvenes promesas que fueron adquiridas para desarrollarse en fuerzas inferiores de clubes como Porto de Portugal, que contrató al portero de Chivas, Raúl Gudiño, y el Atlético de Madrid, quien se llevó a préstamo al joven delantero del Toluca, Diego Gama.
“Obviamente es importante que los clubes les den salida a los más jóvenes para que tengan oportunidad en Europa y así demostrar de qué estamos hechos”, dice Héctor Herrera, quien salió vendido del Pachuca al Porto de Portugal en 10.4 millones de dólares.
Lo considerable es que el talento mexicano se está exportando, “pero es más importante mostrar el porqué nos fuimos. Hay que demostrar que podemos ser titulares en nuestros equipos. Hacerlo valer en la cancha lo que se habla de nosotros”, agrega Aquino, quien esta temporada cambió de Villarreal a Vallecas.
—¿El jugador mexicano ya no tiene complejos? ¿Ya no sólo busca la comodidad de jugar en casa?
—Se demuestra que no hay complejos, que sabemos competir bien, sabemos ser importantes en nuestros equipos. Se habla muy bien de los mexicanos en Europa, eso es importante, contesta el extremo.
Herrera también advierte que hay capacidad para que muchos más jugadores salgan, “se nota que trabajamos bien, porque nos están llevando. No sé si sea el mejor momento del futbol mexicano, por la gente que está en Europa, pero hay que aprovechar”.
El directivo debe ser más flexible, pide Javier Aquino: “A algunos compañeros les podría faltar ese empujón para irse. Eso sería un gran avance para el futbol en México”.
El negocio sería para las dos partes. “Pero los jugadores no lo vemos como negocio, sé que para algunas personas sí, pero el futbolista lo ve como un sueño, sueños que a veces se frustran”.
—¿Es fácil ponerse de acuerdo?
—En mi caso sí. Cruz Azul me apoyó mucho. Buscamos que salieran beneficiadas ambas partes”, responde el oaxaqueño, quien es parte de los 132.1 millones de dólares ‘mexicanos’, que circulan en Europa.