GUADALAJARA.— El último lugar de la clasificación no es sitio digno para un equipo llamado grande. Guadalajara desea salir de esa incómoda posición y para lograrlo necesitará obtener un buen resultado hoy, cuando visite al Morelia, dentro de la jornada 15 del Torneo Apertura 2013.

Con apenas ocho puntos, Chivas ha consumado un nuevo fracaso en la actual campaña, en la que está condenado nuevamente a seguir la Liguilla por televisión y convertirse en un simple testigo de cómo otros luchan por la gloria. Por eso, parte como clara víctima para el duelo que arrancará a las 19:30 horas, en el estadio Morelos.

El Rebaño Sagrado es un desastre por donde se le mire. La defensa cumple, como lo ha reconocido el propio arquero Luis Ernesto Michel, con el peor certamen de los últimos años al haber recibido 25 goles en 13 partidos disputados (está pendiente el de la primera jornada, frente a Santos Laguna).

La ofensiva, por su parte, también genera vergüenza, con apenas 13 tantos marcados. Antes de comenzar el semestre, Chivas amenazaba con tener un ataque “de miedo”, conformado por Aldo de Nigris, Miguel Sabah, Rafael Márquez Lugo y Marco Fabián. Pero el promedio de sólo un gol por partido está lejos de las expectativas.

Por si fuera poco, el cuadro tapatío está cada vez más cerca de la zona del descenso. Las penosas campañas recientes hunden a los hoy dirigidos por Juan Carlos Ortega, quien no ha conseguido una sola victoria en ocho partidos que lleva dirigidos.

El torneo ha generado impotencia, coraje y vergüenza entre los aficionados, que han llegado hasta las lágrimas, lo mismo que el plantel rojiblanco, pues apenas el miércoles pasado, Patricio Araujo confesó que la actual crisis lo ha hecho llorar, ante la falta de resultados y el no saber qué le pasa al Rebaño Sagrado.

Cada día se aproxima el tiempo de buscar una cura para la enfermedad del Guadalajara. Pero primero, tanto la directiva como el cuerpo técnico deberán identificar claramente el mal que aqueja a uno de los clubes más populares del país.

Los rumores de posibles altas y bajas ya se escuchan en Verde Valle. Tanto en el plantel como en la dirigencia, podría haber modificaciones. Rodarán cabezas. Es un hecho. Pero primero, Chivas debe cumplir con un objetivo más bien mediocre: evitarse la pena de terminar como sotanero el Apertura 2013.

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