Lo mejor llegó al final. El rejoneador español Leonardo Hernández logró emocionar a los aficionados que se dieron cita en la plaza de toros Santa María de Querétaro, con su segundo astado de la tarde llamado “Oro Molido”.
El ejemplar de la ganadería Torreón de Cañas ayudó a que Hernández cuajara la mejor faena de la tarde que el público celebró de pie. El jinete destacó por su toreo de frente y ajuste en las suertes en una faena intensa, pero sin recompensa.
La gente no dejó de brindarle su apoyo al español con estruendosos olés, mientras colocaba los rejones de castigo. Con las banderillas subió de nivel de la faena, pero colocó con maestría el rejón de muerte. Los silbidos y gritos pedían una oreja.
Con su primer ejemplar, “Coronel”, tuvo algunas complicaciones al inicio, pero después de los rejones de castigo, el toro respondió con embestidas que aprovechó el matador para hacer su faena, que tampoco llegó a la excelencia.
El festejo inició con el mexicano Rodrigo Santos, pero ni con “Batallón” ni con “Capitán”, sus dos ejemplares del día, logró cuajar una faena que convenciera al juez. Salió sólo en medio de aplausos del respetable.
El otro rejoneador que tomó parte en la corrida, Jorge Hernández Gárate, tampoco corrió con la suerte de cortar algún apéndice y se conformó con un par de ovaciones.
El atractivo extra de la tarde, fueron los tres grupos de forcados que tomaron parte en esta corrida en el ruedo queretano. Los de la casa fueron los mejores al inmovilizar al toro en su primer intento. Los de Mazatlán y de Juriquilla, se llevaron sus respectivas palmas al hacerlo en su segunda oportunidad.