SAN JOSÉ.— El festival americanista está reservado para los últimos 12 minutos del encuentro. Gustavo Matosas saca a sus principales figuras de la banca, entre ellas, el zaguero Pablo Aguilar, el ingenioso Rubens Sambueza y el letal goleador Oribe Peralta.
Ellos liquidan, en un suspiro, al Saprissa, a domicilio, y dejan la serie de cuartos de final prácticamente decidida. Sólo para completar el trámite, el próximo miércoles en el Estadio Azteca, donde los de Coapa tratarán de redondear el trámite.
El boleto a semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf está en las manos del América. Sí, los movimientos trazados por Matosas le han dado una victoria vital, en territorio tico. Doblete de Oribe y un preciso testarazo de Pablo Aguilar abren la puerta del éxito mexicano en la agonía de la batalla.
Armado con cinco atrás, el estratega uruguayo prefiere guardar el ataque azulcrema para otro momento. En los primeros minutos se trata de aguantar y lo consigue.
Goltz, Ventura Alvarado y Pimentel se agrupan en el centro, Paul Aguilar y Osmar Mares por las bandas. Osvaldo Martínez, Moi Velasco y Daniel Guerrero, en la recuperación, además de Carlos Darwin Quintero y Martín Zúñiga en punta. Sí, muchos obreros destinados a mantener la puerta en cero.
El candado cumple su cometido. Difícil de rebasar por el Saprissa, el América guarda a piezas vitales en su organigrama y aún así conserva el empate como objetivo inicial.
Pese a todo, genera algunas aproximaciones. Osvaldo sacude el poste izquierdo de Danny Carvajal, al 43’, en la más clara para los cremas.
Al reanudar la contienda, el América se ve amenazado. El reloj apunta el minuto 47, cuando Muñoz ve sacudir su poste izquierdo. El gol se le niega a los ticos y Matosas descubre que necesita ajustar su zaga y recomponer su ataque. Por eso ocupa a uno de sus líderes, Pablo Aguilar, por el ‘Puma’ Pimentel. Ajuste clave para darle tranquilidad al tránsito defensivo.
No conforme, el charrúa ingresa a Rubens Sambueza y Oribe Peralta por Osvaldito y Zúñiga, respectivamente. El América ahora sí luce con sus mejores piezas. Y se transforma en el bólido prometido, al menos para la limitada resistencia del Saprissa, sin músculo ni imaginación.
Pronto llegan los goles. El América ‘mata’ al final con su carro completo. Primero, Moi Muñoz se crece al realizar una oportuna desviada por encima del horizontal, al 69’. Y luego, los millonetas enciman una y otra vez.
Sucede al 73’, pero el tiro de Carlos Darwin Quintero se lo queda el guardameta. Hasta que al 78’ desaparece la resistencia local. Velasco abre para Sambueza, quien suelta un centro a segundo poste, donde solito, con la cabeza, conecta y fusila Pablo Aguilar. El gol aniquila al Saprissa, dedicado entonces a repartir “leña”.
Tres minutos más tarde, Oribe Peralta toca en corto para Darwin, éste se la devuelve y solito, sin marca, el ‘Hermoso’ suelta el bombazo, entre las piernas del guardameta. El 0-2 que silencia el Ricardo Saprissa.
Y para liquidar la serie, al 84’, otra vez Oribe, ahora catapultado en trazo largo que rompe el fuera de juego. Resuelto, encara al meta y lo vence, con tiro justo, pegado al poste derecho de Carvajal.
Herido en su orgullo, el cuadro anfitrión se dedica a repartir patadas, ante la tolerancia del árbitro estadounidense Mark Geiger, quien toma la mejor decisión del encuentro con el silbatazo final de la contienda.
El América saca ventaja de tres goles y tendrá en casa la ocasión de completar el boleto a semifinales. Sí, las Águilas vuelan rumbo al Mundial de Clubes, sin resistencia.
