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Barato...y básico

Barato...y básico
25/05/2014 |23:23
Redacción Querétaro
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RÍO DE JANEIRO.— Aquí se tiene la vista más impresionante de la maravillosa ciudad. Desde la habitación y sin tener que pararte de la cama se miran las playas más famosas de Brasil: la cara y excéntrica Leblón, la famosa Ipanema y la popular Copacabana. Más allá, el icónico Pan de Azúcar. Y de entre la colina selvática se asoma el Cristo Redentor y abajo La Lagoa. Estamos en uno de los hostales en la cima de la favela de Vidigal.

El Mundial de Brasil será uno de los más caros de la historia, no sólo por el gasto que los organizadores han erogado para construir enormes estadios a mitad de la selva del Amazonas o en las áridas ciudades del noreste brasileño, también por los elevados precios que los viajeros tendrán que pagar por los boletos de avión y de las habitaciones de hotel, que tienen una lista especial para esas fechas a la que titulan: “Precios da Copa”.

Es por ello que los hostales y moteles de las favelas de las ciudades mundialistas son una alternativa ante los exorbitantes precios de los hoteles. Pese a que Río es la tercera ciudad con el hospedaje más caro a nivel mundial, sólo por debajo de Nueva York y París, para la Copa del Mundo, la habitación por noche en Ipanema o Copacabana puede llegar a los 10 mil pesos. Y en otras sedes, el precio es mayor ante la escasez de habitaciones disponibles.

Para entender más sobre el boom de los hostales en las favelas de Brasil nos adentramos en la comunidad de Vidigal, al sur de Río de Janeiro. Una colina densamente poblada, rodeada de selva y el océano. Ahora la llaman la “favela chic”. Aquí cada vez más artistas, bohemios y famosos llegan a vivir.

Tal es el caso del actor Vincent Cassel, que se mudó en 2013 con su novia de esta favela tras dejar a Monica Belucci. Apenas en marzo, el ex futbolista David Beckham estuvo de visita, se enamoró de la vista y compró una choza de unos 20 metros cuadrados metida entre la selva, en la cima de la montaña. Le costó un millón de reales, es decir seis millones de pesos. Otro caso es el de Kanye West, quien aseguró que construirá aquí un hotel.

La comunidad de Vidigal fue pacificada por la policía y el ejército desde 2011. Aquí hay una comisaría y en sus calles se han apostado policías en los puestos de vigilancia que anteriormente tenían los narcotraficantes armados, que eran amos y jefes de este lugar al que nadie se atrevía a entrar.

Es aquí, en el Alto Vidigal donde están las mejores vistas de Río, que se puede observar de manera extrema el fenómeno del boom de los hostales en las favelas de Brasil. En sus calles laberínticas se han edificado decenas de estos lugares. Ahora que los precios en el barrio han subido, los locales están vendiendo sus modestas casas construidas de manera artesanal en las escarpadas laderas, que son demolidas para levantar las construcciones de varios pisos de altura.

En los hostales de Vidigal también tienen la famosa lista “Precios da Copa” y los precios también se triplicarán. Mientras el precio de habitación por noche en cuarto colectivo cuesta 480 pesos por persona, para el Mundial costará mil 800 pesos; y una suite privada, que cuesta 2 mil 100 pesos, para la Copa del Mundo será de 6 mil 600 pesos.

Para subir a la cima de esta comunidad se deben tomar mototaxis o esperar en las largas filas de las camionetas colectivas. En la última calle pavimentada de lo alto se encuentra el hotel boutique ecológico que administra Luis Suárez, un mexico-americano que llegó hace ocho años a esta ciudad.

La moderna construcción de cuatro pisos fue construida en diferentes terrazas.

“Cuando llegué aquí, hace tres años había unos tres hostales, ahora son por lo menos 15 y siguen construyendo. Antes de 2011 cuando se hablaba de Vidigal, nadie quería venir. No era fácil entrar y aunque a veces venían extranjeros era muy peligroso Ahora con la pacificación de la policía se está poniendo de moda”, explica Luis.

Frente a este hotel, Rodrigo Noroña termina de construir un hostal que también ofrecerá suites de lujo. Todo es competencia en busca de ganar clientes para la cada vez más próxima fiesta del Mundial.