Algo pasó entre Emanuel Villa y Mario Carrillo.
Tan pasó, que hasta en Cruz Azul lo saben, pero Christian Giménez no lo va a decir.
El Chaco forjó una gran relación con El Tito cuando compartieron vestidor en La Máquina; ahora a la distancia, el volante lamenta lo que vive el delantero, y más que esto parezca un confilcto extra cancha.
“Sé lo que pasó... pero no lo voy a decir”, confiesa el volante argentino.
Sólo es directo y realista. “Al final, quien pierde es Pumas”.
Villa, desde la llegada de Mario Carrillo al timón, fue relegado poco a poco, primero a la banca y después a la tribuna.
El técnico asegura que es una decisión táctica; el jugador respeta esta decisión, pero nada está claro.
“Es una piedrita más en el camino para Tito. Lo que puedo decir es que es todo un profesional”, continúa Giménez.
Villa, en los tres años que jugó con Cruz Azul, metió 54 goles en 106 juegos y nunca tuvo una polémica extra cancha, más allá de la renovación de su contrato. En Pumas, con tres goles en 10 juegos, ya es señalado hasta de “rompe vestidor”.
—¿Están atentando contra el prestigio de Villa?, se le pregunta a Giménez.
“Su prestigio está mucho más allá de todo lo que sucede ahora. Aquí [en Cruz Azul] tenía una gran regularidad, no sé qué haya cambiado. Reitero, es un gran profesional, más allá de que es un gran amigo mío”.
Chaco y Villa hablan seguido. “Lo que le digo es que no baje los brazos, que sea como siempre, y ya en diciembre... se verá”.
—¿Será algo personal?
“No lo sé, yo estoy a la distancia. Él tendría que hablar con el técnico para saber... bueno, yo lo haría así”.
Todo hace indicar que Emanuel Villa saldrá del club al terminar el torneo. “Si no, ¿cuándo va a jugar?”, se pregunta El Chaco, y él mismo responde... “Quedan tres partidos. Creo que ya no”.
Lo real es que algo pasó en el vestidor de Pumas. Chaco sabe, “pero no lo voy a decir”.