DETROIT.— Las leyendas, en cualquier sentido, tienen que terminar tarde o temprano. Emanuel Steward, dueño del legendario Gimnasio Kronk y uno de los entrenadores más afamados del boxeo, falleció a la edad de 68 años.

Victoria Kirton, asistente de Steward, dijo que el entrenador murió ayer en un hospital de Chicago. No dio la causa del deceso.

El miembro del Salón de la Fama del Boxeo destacó como entrenador de Thomas Hearns, Lennox Lewis, Wladimir Klitschko y del puertorriqueño Miguel Ángel Cotto.

Steward nació en Virginia occidental y se mudó a Detroit, cuando tenía 12 años. En 1963, a los 18 años, ganó el torneo nacional por los Guantes de Oro en peso gallo. En 1971 aceptó un puesto de medio tiempo como entrenador del programa de boxeo en el Centro Recreativo Kronk.

Así nació una dinastía. El primer campeón profesional de Kronk fue Hilmer Kenty, un peso ligero de Columbus, Ohio, que empezó a entrenar con él en 1978 y ganó el título de la Asociación Mundial de Boxeo dos años después.

Fue Thomas Hearns quien en realidad colocó al Kronk y a Steward en el mapa. La Cobra de Detroit fue el primer hombre en ganar títulos en cuatro divisiones diferentes. “Él [Steward] sacó lo mejor de mí”, afirmó alguna vez Hearns.

Steward también trabajó de cerca con el actual campeón de peso pesado Wladimir Klitschko. “Su espíritu siempre ha estado ahí. Puedo escuchar su voz, mientras hago las cosas”, afirmó Klitschko.

El entrenador se desempeñó como analista de HBO. El presidente de dicha cadena admitió que “era un respetado colega que nos enseñó tanto, no sólo de esta dulce ciencia, sino también de amistad y lealtad. Su energía, entusiasmo y brillante sonrisa fueron una constante presencia. Diez campanazos no parecen suficientes para lamentar su deceso”.

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