SAN LUIS.— Con un buen negocio cerrado en Boston, los Cardenales de San Luis llegan a casa con la encomienda de finiquitar la Serie Mundial y conseguir su duodécimo título de Grandes Ligas. Busch Stadium, una auténtica fortaleza en la que han conseguido seis triunfos de los siete juegos que han jugado ahí durante los Playoffs , se entregará al máximo al agotar las entradas para los tres encuentros que se disputarán.
Los Cardenales volverán a confiar en un brazo joven para el tercero de la Serie. Joe Kelly, derecho de 25 años, subirá a la loma para buscar su primera victoria esta postemporada e inclinar la balaza para los Pájaros Rojos.
Para enfrentar los lanzamientos de Kelly, John Farrel, manager de los Medias Rojas de Boston, decidió sacrificar el bat de Mike Napoli, segundo mejor jonronero, y alinear a David Ortiz en la primera base, por la pérdida del bateador designado en campo de la Liga Nacional. El elegido David Ortiz deberá desempolvar su guante para defender la almohadilla.
Ortiz ha disparado dos jonrones en lo que va del Clásico de otoño y cinco en el curso de esta postemporada, en 41 turnos. Napoli se desempeñó como receptor, pero hace mucho tiempo. Nunca durante la actual campaña estuvo detrás del plato, así que parace inconcebible que lo pongan ahora.
Tampoco es la primera vez que Big Papi pasa por esto. La misma película se proyectó cuando los Medias Rojas disputaron las ediciones de 2004 y 2007 ante San Luis y Colorado, en ambos casos tras iniciar en Fenway Park. La diferencia es que ahora Boston afronta el tercer partido con un 1-1, cuando en las dos oportunidades anteriores ganó los primeros dos duelos y luego barrió.
Medias Rojas con Napoli sobre la grama tiene récord de 79-52, y sin él, de 18-13.
Ahora que la Serie se pasa a jugar bajo la sombra del emblemático Arco de San Luis, los Medias Rojas lucen vulnerables en algunos renglones.
Ya probaron que el bullpen de San Luis es cosa seria, a contra vía de los titubeantes relevistas de Detroit que enfrentaron en la serie de campeonato de la Liga Americana y que fueron víctimas de un par de grand slams.
Farrell tuvo que modificar el orden de su rotación, con Peavey como el tercer abridor, y Clay Buchholz, de cuarto.
Desde 1969, cuando la Serie Mundial se ha encontrado empatada, el ganador del juego 3, se ha proclamado campeón en 16 ocasiones de 18 que se han sucitado.Los Yanquis de Nueva York de 2003 y los Orioles de Baltimore de 1979 son los únicos que no fueron campeones a pesar de ganar el tercer encuentro.