La tabla de posiciones jugó a favor de Tigres, que se aprovechó de ella para pasar a semifinales a costa del León, después de que la serie quedara empatada a dos goles en el global.
Decepcionantes los felinos del norte, que no pudieron superar a los Esmeraldas que vendieron muy cara su derrota, superando por momentos a una de las nóminas más altas en México.
El empate a uno tuvo a todos los regios, que otra vez llenaron el Volcán, con el alma en un hilo, como siempre encomendándose en los minutos finales a San Nahuel, a San Juninho, a San Ayala, para aguantar la ventaja en la tabla.
Porque el Léon no fue como lo esperaba el Tigre. Fuera de agazaparse y actuar tímidamente en su campo, salieron a jugarle de garra a garra a los regios, que no aguardaban a un rival tan arrojado, que no llegó a dejarse intimidar.
El rugido del León era más fuerte que del Tigre, pero no que el del Volcán, que se rindió a los pies del André-Pierre Gignac, quien de cabeza abrió el marcador.
Lejos de guardarse en su refugio, los verdes fueron por el empate de inmediato, y no por conducto de individualidades, sino por juego de conjunto; así llegó la igualada por conducto de Andrés Mosquera.
El tiempo se volvió en el peor enemigo de León. El Chavo Díaz mandó su resto: Luis Montes y al argentino Cerato, en busca del gol milagroso. Tigres se agazapó y salió su lado Tuca al regalar el balón en busca de espacios. Al final, clasificó el local por posición por la tabla.
