ACAPULCO.— Los tenistas profesionales, especialmente quienes tienen un ranking importante, usualmente hacen peticiones especiales a los organizadores de un torneo.

Jugar un partido a las cuatro de la tarde, bajo una temperatura de 35 grados centígrados no suena algo deseable para alguien, pero eso es precisamente lo que la eslovaca Dominika Cibulkova pidió en el Abierto Mexicano.

Cibulkova, primera en la siembra y 13 del mundo, disputó su segundo compromiso en Acapulco a esa hora y la apuesta le volvió a salir, porque se alzó con su segunda victoria del torneo al imponerse por 7-5 y 6-2 a la belga Yanina Wickmayer.

La eslovaca tuvo un meteórico inicio de juego y se puso arriba 5-0, pero luego quitó el pie del acelerador y la belga le igualó.

“Ya la tenía controlada y creo que ella empezó a jugar como si no tuviera nada que perder, yo me relajé y entonces se me vino encima”, dijo Cibulkova. “Pero luego me relajé, sabía que la tenía y que era cuestión de mantenerme agresiva”.

Tras sortear ese susto, la eslovaca ganó ocho de los siguientes 10 puntos y se llevó el triunfo para ligar victorias en un torneo de la WTA este año, por primera vez desde el Abierto de Australia, donde llegó a la final.

Para seguir en ruta al cuarto cetro de su carrera, Cibulkova debe vencer a la neozelandesa Marina Erakovic, quien derrotó 6-1 y 6-4 a la serbia Bojana Jovanovski.

La mala nueva para Cibulkova es que seguramente no podrá seguir abriendo telón en el Abierto Mexicano de Tenis.

“Sé que seguir jugando a esta hora va a ser imposible, la gente quiere verme”, dijo Cibulkova, quien realizó la petición de jugar temprano, porque llegó de Europa apenas el sábado y ha tenido problemas para adaptarse al nuevo huso horario.

“No les miento, son las nueve de la noche y me estoy durmiendo”, añadió la tenista de 24 años de edad.

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