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Los Ángeles .— Un aficionado, ya sea mexicano, ecuatoriano o paraguayo que desee ir al juego de sus equipos nacionales en los Estados Unidos deberá trabajar de tres a seis días, de ocho horas cada uno, para adquirir un boleto de primera fila o a nivel de cancha.

Ganando el suelo mínimo.

Es que los costos de los boletos más caros para estos juegos, “son para gente establecida, para inmigrantes de segunda o tercera generación que ya están como legales en ese país... Para los ‘ilegales’ es inaccesible”, opina el economista José Luis de la Cruz al analizar la situación económica de los latinos que viven en los Estados Unidos.

Y es que a los paisanos ya los alcanzó la diferencia de clases entre su propia raza, aunque en otro país.

Para el México-Ecuador, un trabajador que gane el sueldo mínimo en Los Ángeles, que es de nueve dólares la hora, deberá invertir, sólo para una entrada: 3.2 días de su salario, en primera fila, que está valuada en 250 dólares.

En el caso del juego contra Paraguay, en Kansas, los días a trabajar serían 4.9. El sueldo mínimo por hora en la capital de Missouri es de 7.65 dólares por hora y para acceder a nivel de cancha se tiene que desembolsar 304 dólares.

Es un lujo presenciar un juego de México en la Unión Americana en lugares privilegiados. “Los boletos con estos costos tan elevados no serían para un inmigrante de primera generación, que trabaja en el campo, en restaurantes en servicios básicos, ni para los que acaban de llegar (a cumplir el sueño americano), que en su mayoría trabajan escondidos”, comenta el analista.

El precio más barato para el juego ante Ecuador en el Memorial Coliseum, sección 28, cuesta de 35 dólares.

“Es clara la diferencia. Los únicos que pueden pagar boletos de alto precio son de origen mexicano o latino, con acceso al sistema educativo”.

Contra Paraguay, a jugarse en el Arrowhead de Kansas, en la última sección se cobran 32 dólares.

A pesar de esto, ya sea en las localidades más accesibles o caras, el lleno está garantizado. “Cuando hablamos de que en Estados Unidos hay 10 millones de personas de origen mexicano, es fácil reunir a 50 o 60 mil personas para llenar un inmueble para un juego del Tricolor, aunque para eso tengan que sacrificar mucho de su sueldo”.

En México, específicamente el DF, para que un trabajador que gana sueldo mínimo, $70.10 por día, pudiera ir a un juego en las localidades más altas en Los Ángeles tendría que pagar 530 pesos y trabajar 7.5 días. Para el boleto más caro, 250 dólares, pagaría 3 mil 787 pesos, y tendría que trabajar 54 días.

La economía de Estados Unidos ha mejorado después de años de severa crisis, mas esto no ha beneficiado a las clases más desprotegidas. “Sí, la cuestión del empleo ha ido para arriba, pero esto no quiere decir que se gane mejor. Hay trabajo sí, pero los salarios han decrecido”, explicó De la Cruz.

Aún así, el futbol sigue siendo el deporte más barato al que se puede acudir en Estados Unidos. Una entrada para ver a los Leakers en la NBA va de 30 dólares, en la parte alta, pasando por 560 en asientos detrás de la banca de jugadores, hasta 5 mil 590 en suites. Para el beisbol de Grandes Ligas, el boleto más barato es de 80 dólares y el más caro de mil 50, detrás del dugout.

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