Menos de dos horas después de que Aaron Hernández fue arrestado en su domicilio bajo sospecha de homicidio, los Patriotas de Nueva Inglaterra cortaron al ala cerrada y en un comunicado dijeron que “era lo más correcto”.
“El involucramiento de un jugador de la NFL en un caso de esta naturaleza es inquietante”, dice el comunicado. “Los Patriotas han dejado en libertad a Aaron Hernández, quien aún tiene una cita en los juzgados. Al mismo tiempo no debemos olvidar al joven que fue víctima en este caso y extender nuestras condolencias la familia y amigos de Odin Lloyd”.
Los Patriotas seleccionaron a Hernández, un oriundo de Bristol, en 2010 como egresado de la Universidad de Florida. El verano pasado el equipo lo firmó por cinco años y 40 millones de dólares con un bono de firma de 12.5 millones. De ese dinero, Hernández alcanzó a cobrar 9.79 millones de dólares antes del incidente que le costó el puesto.
A pesar de su arresto y posible encarcelamiento, Hernández aún cobrará cinco millones este año y siete y medio el próximo como parte de su bono de firma.
No está claro qué tipo de comunicación, si es que ha habido una, ha existido entre los Patriotas con la NFL sobre el contrato de Hernández en los últimos nueve días. Al cortar a Hernández, los Patriotas parecen haber cedido a la esperanza de recuperar algo del dinero del contrato.
Bajo el contrato colectivo vigente, la NFL puede recuperar el dinero de un bono salarial si un jugador rompe las reglas de conducta personal de la NFL y es posible que los Patriotas ya lo hayan hablado con la Liga, pero aún no se sabe sí así ocurrió.
En las últimas tres temporadas, Hernández se convirtió en uno de los mejores alas cerrados de la Liga promediando 58 recepciones y seis touchdowns por temporada.
Al cortarlo, los otros 31 equipos de la NFL podrían firmarlo, algo improbable, debido a los cargos que enfrenta.
La salida de Hernández y la lesión de Rob Gronkowski dejan a los Patriotas sin el que era considerado el mejor par de alas cerradas de la NFL.