Pachuca.— La Liguilla comenzó con un juego de dos ajedrecistas al mando, que terminó en tablas con ligera “ventaja” para la visita.
Tigres salió con gol de visitante del Hidalgo, al igualar 1-1 con los Tuzos del Pachuca, que desperdiciaron su condición de local en la ida por los cuartos de final del Apertura 2014.
Los goles llegaron en la segunda parte y ambos de forma inusitada, con autogoles. Al inicio del complemento, los norteños anotaron, cuando Rodrigo Salinas empujó en propia puerta y al final, Hugo Ayala le devolvió el favor.
Empate a favor de los felinos universitarios, que tratarán de defender la “ventaja” en el duelo de vuelta programado para el próximo sábado en el estadio de San Nicolás de los Garza.
Quizá no fue un juego espectacular, debido al choque de estilos, pero sí fue intenso, bien jugado en dos tercios de la cancha, porque ambos equipos lucharon por hacerse de la pelota y darle circulación en el medio campo, mas cuando llegaban al área rival, las falencias aparecieron y las defensivas se agrandaron.
Fue hasta el segundo tiempo que el colmillo de los técnicos apareció. Ferretti hizo cambios y enseguida le funcionaron. Burbano desbordó y mandó el balón al centro, donde Rodrigo Salinas, al tratar de impedir que impactara Guerrón, empujó a su portería.
Tigres se hizo del partido, pero Pachuca no dejó de luchar. Pocas llegadas propiciaron los Tuzos, y además tuvieron que sufrir las fallas arbitrales. Miguel Chacón no quiso expulsar a Hugo Ayala, que fauleó siendo último hombre, además de no marcar un penalti cometido por Torres Nilo.
Ya en la agonía, Salinas, lleno de vergüenza, desbordó por la derecha y mandó un fuerte centro al que Ayala le metió la pierna con la intención de despejar, pero mandando el esférico al fondo de la portería. Otro autogol.
El juego terminó en tablas. Tigres se salió con la suya al no perder y llevarse el gol de visita a su casa, pero Pachuca volvió a la vida con ese tanto agónico. Parece que la serie está claramente inclinada a los felinos, pero no sería la primera vez que los Tuzos van a Monterrey, al Universitario, a tratar de hacer la travesura.