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Entre José y José

Entre José y José
27/12/2014 |00:02
Redacción Querétaro
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El año taurino 2014 quedó marcado por dos toreros del mismo nombre: José Tomás y José Adame, a quien anuncian en los carteles con el castizo apodo de Joselito. El primero brindó una actuación inolvidable el 3 de mayo en Juriquilla (y otras tantas en Granada, Málaga y León), mientras que el segundo se confirmó como la figura emergente del toreo mexicano, con 30 paseíllos en ruedos europeos.

El primer gran acontecimiento del año fue en la plaza de Juriquilla, Querétaro, donde se dio la reaparición de José Tomás, alternando con Fernando Ochoa, que se despedía de los ruedos, con toros de Los Encinos y Fernando de la Mora.

Tomás había sido el concertista único en aquella catártica encerrona de Nimes de septiembre del año anterior, donde ni el mejor guión hubiera podido superar el resultado de aquel desempeño rayano en la perfección.

Más de 4 mil espectadores abarrotaron los tendidos de la pintoresca plaza queretana. No sólo fue un acontecimiento taurino, sino también social y político. Horas antes del festejo, una entrada de barrera de sombra rondaba en la reventa los 20 mil pesos.

El resultado artístico fue extraordinario. Con una tauromaquia ahora más refinada, José Tomás brindó una soberbia actuación de principio a fin. Toreó con suavidad de seda al toro de Los Encinos que inauguró la jornada para cortar dos merecidas orejas, y más tarde provocó una emoción arrebatadora con un recital de soberbios naturales a un toro bravo de Fernando de la Mora, que mereció el arrastre lento. No cabría decir que malogró esta faena de antología con la espada, pues resulta irrelevante cortar orejas después de torear fantásticamente.

Pero más allá de ello, es preciso detenernos ante tres aciertos muy importantes de la memorable función: no hubo multitudes en el patio de cuadrillas, ni música, ni vendedores ambulantes.

Tomás, fiel a su estilo hierático, a su concepto del espectáculo como rito, dio la orden de que no hubiera más gente de la indispensable en el patio de cuadrillas. Evitó así esa suerte de mercado en que se convierte la antesala del ruedo, atiborrada de intrusos que hostigan al oficiante en sus instantes de mayor concentración.

Prohibió la libre circulación de vendedores ambulantes durante la lidia de los toros. Estas personas suelen pulular por los tendidos con su mercancía, obstruyendo la visibilidad de los espectadores y frecuentemente avisando a los toros con su incesante movimiento.

Un acierto más: prohibió que sonara la música durante las faenas. Cuando el pasodoble no es interpretado por una banda de buenos músicos, el sonido de la charanga puede resultar de lo más vulgar y estridente.

Un mes después, el 5 de junio, el hidrocálido Joselito Adame tuvo una gran actuación dentro de la Feria del Arte y la Cultura en la plaza de Las Ventas de Madrid. Le cortó una oreja a su primer toro de El Montecillo y a punto estuvo de cortar otra en su segundo de la misma ganadería. Entreabrió la Puerta Grande y dejó la huella de su toreo recio y decidido.

Durante la temporada de novilladas en la Plaza México causó sensación el novillero michoacano Antonio Mendoza, un auténtico garbanzo de a libra. Mendoza reúne quietud, valor sereno, buen trazo y excelente colocación, mientras que su punto débil viene a ser la suerte suprema. En su debut en la Plaza México indultó al novillo ‘Bandolero’ de la ganadería de Xajay y se presentó el 28 de septiembre en Moralzarzal, España. Sin cortar orejas, dejó una buena impresión.

Juan Pablo Llaguno y Fermín Espinosa ‘Armillita’, los otros dos grandes prospectos de la novillería mexicana, recibieron la alternativa. Fermín, el sábado primero de noviembre en Aguascalientes de manos de Alejandro Talavante con toros de Montecristo, y Juan Pablo el viernes 7 de ese mismo mes en la Santa María de Querétaro, de manos del propio Talavante, con toros de San Miguel de Mimiahuápam.

Joselito Adame sufrió una cornada importante el sábado 20 de septiembre en Logroño, que cortó irremediablemente su temporada europea. El parte médico decía lo siguiente: “Herida por asta de toro en el gemelo de la pierna izquierda que provoca gran destrozo en la musculatura y no afecta los vasos nerviosos. Intervenido bajo anestesia general con reconstrucción de la zona, sutura y drenaje. Pronóstico grave. Pasa a la Clínica Los Manzanos. La extensión de la cornada es de entre 15 y 20 centímetros en forma de siete”.

Un mes después, con la herida todavía fresca, el 19 de octubre logró la hazaña de encerrarse con seis toros de distintas ganaderías en la Monumental Vicente Segura de Pachuca. Cortó cinco orejas y salió a hombros, dejando constancia de su capacidad. Joselito disipó las dudas sobre su poder de convocatoria, pues la entrada fue buena, con tres cuartos del aforo cubiertos por un público deseoso de ver a la nueva figura de la Fiesta mexicana. Al mes siguiente, ‘El Zotoluco’ haría lo propio en la sexta encerrona de su carrera y la número 13 en la historia de la Plaza México, la cual saldó con el corte de dos apéndices.

El 29 de octubre murió José Mari Manzanares en su finca de Cáceres. Torero de gran clase, solera y pureza, había nacido en Alicante el 14 de abril de 1953. Se retiró en definitiva de los ruedos en 2000.

La temporada mexicana marcó la consolidación de Octavio García ‘El Payo’, quien logró salidas a hombros en plazas como La México, Guadalajara, Querétaro y Tlaxcala. En España destacaron sobremanera Morante de la Puebla y Miguel Ángel Perera. Ambos coletudos ya actuaron en la campaña de la capital.

Durante el serial mayor en la Plaza México, del cual ha estado ausente Joselito Adame por un desacuerdo económico con la empresa que dirige Rafael Herrerías, se han registrado dos indultos: uno del toro ‘Sonajero’, de Villa Carmela, y otro de ‘Bomboncito’, de José María Arturo Huerta, después de faenas intensas realizadas por los diestros españoles Juan José Padilla y David Fandila ‘El Fandi’, respectivamente.

Desafortunadamente, en la campaña ha llamado la atención negativamente la manga ancha de los jueces Jesús Morales, Gilberto Ruiz Torres y Jorge Ramos, quienes al premiar de más a los toreros, han hecho que las orejas pierdan valor en el coso metropolitano.

Durante 2014 fallecieron importantes personajes de la Fiesta como José Chafik Hamdan, Eduardo del Villar, Rafael ‘El Cuate’ González, Antonio Martínez ‘La Crónica’, Raúl Espíndola, Pepe Luis Vázquez y Fernando Corral ‘Corralito’. Chafik fue un importantísimo ganadero de bravo; El forcado Del Villar cayó herido mortalmente en la plaza campechana de Seibaplaya; ‘El Cuate’ fue un destacado criador de reses bravas en Tlaxcala; ‘La Crónica’ se desenvolvió como banderillero y periodista; Raúl fue novillero y maestro de toreros; Pepe Luis fue el primer novillero en cortar un rabo en la Plaza México (1946) y Fernando llamó la atención en los años ochenta porque se presentó como novillero en la Plaza México a los 54 años de edad.