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NUEVA YORK.— Es costumbre que los familiares de los jugadores que disputan el Super Bowl los acompañen desde las gradas, todos se uniformen con el jersey y el número de su ser querido y gritan porras sin detenerse. Pero este es un privilegio con el que no va a contar el receptor de los Broncos, Demaryius Thomas.
No se trata de una cuestión de voluntad por parte de los familiares del número 88 de Denver, sino de un problema legal. La madre de Thomas, Katina, cumple una sentencia de 20 años de prisión, mientras que su abuela tiene una condena de cadena perpetua, ambas por pertenecer a una red de distribución de cocaína.
Thomas comentó que su madre y su abuela podrán ver el Super Bowl desde la prisión federal de Tallahassee, Florida, y que desde allí lo alentarán a que brinde su mejor partido para obtener el anillo de campeón.
Demaryius no las ve frecuentemente durante la temporada, pero habló con ellas por teléfono recientemente.
“Mi mamá casi que gritó: ‘te dije que lo harías’. Nosotros no hemos hablado mucho al respecto, pero también lo comenté con mi abuela y me dijo lo mismo”, explicó Thomas. “Ella se puso emocional y toda la cosa, pero alcanzó a expresarme: ‘Sé que tú lo lograrás’. Ellas no se pierden los partidos que pasan en la televisión de la prisión. Tienen sus jerseys con mi número (88). Es más, todas las mujeres del penal tienen sus camisetas y me ven, así que eso es muy especial”, comentó el jugador.
Hoy Thomas tiene 26 años de edad, pero cuando tenía 11, un día la policía irrumpió en su domicilio para arrestar a su madre y a su abuela.
Demaryius ya no pudo crecer a su lado, pero ellas le sirvieron de inspiración. El pequeño entonces fue educado por sus tíos, brilló como jugador de basquetbol y futbol americano en la preparatoria, posteriormente recibió ofertas de diferentes universidades, pero eligió jugar para Georgia Tech, donde recibió una beca.
Thomas no se dejó arrastrar por la depresión ni las adversidades, al contrario, el arresto de sus seres queridos lo llevaron a madurar pronto y a convertirse en un deportista de élite para abrirse paso en la vida.
Su éxito en los emparrillados lo ha llevado muy lejos y ahora está a tan sólo una victoria más de ser campeón de la NFL.