Vivir en el ostracismo portugués no mina los sueños de Diego Reyes... Mucho menos su espíritu.
Confinado a jugar más minutos con el Porto B que en el plantel estelar, el medallista áureo en Londres 2012 no quiere trato especial en el momento de ser evaluado. Asegura estar listo para responder a Miguel Herrera dentro del campo.
“Sé que no he tenido actividad como quisiera, pero no hay pretextos para no mostrarme y rendir al máximo con la Selección”, sentencia. “No hay pretextos para no hacer un buen partido”.
La falta de minutos con los Dragones lusitanos le ofrece la opción de ser el único “legionario europeo” que tendrá más de 90 minutos para llenar las pupilas del Piojo. Después del choque de mañana contra Corea del Sur, también podrá mostrarse el 5 de marzo ante Nigeria, en Atlanta.
Futbolista en quien el entrenador nacional deposita buena parte de su fe, lo que no considera ventaja, como tampoco el amplio conocimiento que tiene del sistema utilizado por quien lo dirigió en el América.
“No me siento cerca [del Mundial]”, ataja. “Estamos aquí por algo, porque nos esforzamos de la misma manera para estar en Brasil. Hay que seguir igual”.
“Todos tenemos las mismas oportunidades, por algo estamos aquí. Tenemos calidad para jugar y demostrar por qué estamos en esta Selección Nacional”.
Sin importar que el primer año de su aventura por Europa no ha sido el mejor.
“Estoy tranquilo, feliz, disfrutando. Si bien es cierto, no puedo estar conforme, porque no he jugado... Si no sería conformista”, admite. “Espero mi oportunidad...”.