ACAPULCO.— Los grandes jugadores saben resolver partidos, aún cuando no salen en la mejor de sus jornadas.

El español David Ferrer así lo probó ayer porque, aún sin salir en una noche de inspiración, hizo los méritos suficientes para eliminar 6-2 y 6-1 a un incómodo zurdo estadounidense de nombre Wayne Odesnik.

Ferrer, quien en la tierra batida del complejo Mextenis busca hacer historia siendo el segundo tetracampeón en el Abierto Mexicano, navega por aguas familiares de cuartos de final, donde aún espera al ganador del partido entre su coterráneo Pablo Andújar y el italiano Paolo Lorenzi.

Sólo el austriaco Thomas Muster ha sido capaz de ganar cuatro veces en México, aunque lo logró en los albores del torneo, cuando se jugaba en el Club Alemán de la capital.

Ferrer, quien en su primer partido eliminó al croata Antonio Veic, no tuvo una actuación inmaculada, especialmente en el primer set ante un Odesnik, que siendo 155 del mundo, se le indigestó por momentos.

“En general, siento que no estuve tan mal”, dijo Ferrer en rueda de prensa. “Creo que tuve un poco más de energía, jugué un poco más ajustado en las líneas y me voy con un balance positivo”.

Ferrer tardó un poco en acomodarse en la cancha central. Jugando ante un zurdo, parecía no encontrar los ángulos precisos para hacerle daño al estadounidense, especialmente, cuando buscaba atacar el potente revés.

“Es difícil [jugar con un zurdo], estamos más acostumbrados a los diestros y cambia que tienes que jugar más con el revés paralelo y abrir más ángulos”, añadió el español.

Después de ir empatados 2-2 en 27 minutos, Ferrer empezó a coger ritmo. Mantuvo su saque y en el sexto consiguió su primer rompiento del encuentro, algo que volvió a lograr en el octavo juego para llevarse el primer set.

En el segundo parcial, el español se puso arriba 2-0, con un rompimiento, pero el estadounidense no quería irse tan pronto y le devolvió el favor para ponerse 2-1.

Ferrer se cansó de jugar y puso orden, mantieniendo su servicio aunado a rompimientos en el cuarto y sexto juegos para ganar su partido 17 en fila en Acapulco, acercándose a tres triunfos más del logro de Thomas Muster.

“No pienso en el futuro, voy día a día, estoy muy ilusionado y nunca sabes lo que puede pasar”, dijo.

No fue su mejor noche, su rival tampo le exigió lo mejor de su repertorio, pero el tenista español se lo toma con calma y sigue adelante en su lucha por el Guaje de Plata que otorga el Abierto de Acapulco.

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