Hace algún tiempo que Rafael Márquez disfruta todavía más escuchar, sobre el terreno de juego, los acordes concebidos por Jaime Nunó y la letra que compuso el poeta Francisco González Bocanegra. ¿La razón? No sabe si será la última vez que lo haga.
A tres años de llegar a las cuatro décadas de vida, el ‘Káiser de Michoacán’ ya ve la luz que ilumina el final del largo túnel recorrido como seleccionado nacional, así es que vislumbra opciones para su adiós al combinado. La Copa América Centenario no le desagrada.
“Podría ser un buen escenario”, admite. “Siempre pienso que, a lo mejor, éste puede ser mi último partido... No lo sé, pero lo juego como tal, como el último”.
“Si vienen más convocatorias, oportunidades, de igual manera lo jugaré, tratando de pensar que puede ser mi último partido con Selección Nacional”.
No quiere aferrarse a esa elástica que ha defendido 132 veces y en cuatro Copas del Mundo, aunque está convencido de que no desentona en el actual grupo. Juan Carlos Osorio tiene la misma opinión, por lo que le dio la titularidad y el gafete de capitán para el choque del viernes en Canadá.
Más allá de que algunas cualidades físicas fueron mermadas por el tiempo, el futbolista del Atlas se siente fuerte y muestra cierta incomodidad por los cuestionamientos sobre cuándo se retirará del Tricolor.
“Agradezco mucho el interés que tengan, pero mientras pueda seguir así, dando mi granito de arena para tener triunfos, encantando de la vida de continuar jugando”, afirma, serio.
Por lo que no se descarta para el encuentro de mañana en la noche, contra los canadienses, sobre el campo del Estadio Azteca.
Sólo participó durante los primeros 45 minutos del partido efectuado en Vancouver, ya que “en una jugada sentí un poco que se endureció el abductor. Podía haber seguido jugando, pero no quisimos arriesgar mucho”.
“Nada más es una sobrecarga, no muy importante”, complementa. “Me conozco bastante bien y creo que sí puedo estar para el próximo martes”.
Las anunciadas rotaciones del estratega colombiano, combinadas con este inconveniente físico, podría generar que comience entre los suplentes, pero Márquez desea tener minutos. Le encanta jugar para la Selección Mexicana y, desde hace tiempo, no sabe cuándo será la última vez.