Motivante para muchos peloteros, el dinero dejó de serlo hace tiempo para Luke Scott, quien llegó a México para enrolarse con los Pericos de Puebla y jugar con su “gran amigo” Willy Taveras. Ya sin el dominicano en el equipo, Scott se queja del trato que la directiva le dio a Taveras, pues no respetó su jerarquía y lo despidió sin mayor argumento que abrir una plaza de extranjero.

“El dinero para mi es algo que dejó de preocuparme hace tiempo. Vine a México para jugar con Willy y disfrutar el beisbol con mi amigo. Yo le dije a los dirigentes que el adiós de mi amigo me pegó fuerte, pues yo ya estaba a punto de retirarme y no tuve problemas por venir aquí [Puebla], y aceptar la oferta, lo hice por él y ya no está”, declaró Scott quien en su paso por Grandes Ligas obtuvo más de 20 millones de dólares.

Aun y cuando Taveras se fue dolido por la forma en la que lo despidieron, le pidió a Luke continuar con Pericos, ya que está jugando posiblemente su última campaña como jugador profesional.

“Él me dijo que hiciera lo mejor para mí, me dio ánimos para que yo continuara, pues así como puede ser mi última temporada también puede abrirme una oportunidad para regresar a Estados Unidos”, comentó el utility que logró 135 cuadrangulares en la Gran Carpa.

La amistad de Scott y Taveras comenzó desde 2002 cuando ambos formaban parte de las sucursales de los Indians de Cleveland y posteriormente fueron negociados a los Astros de Houston.

“Willy y yo tenemos una historia de amistad muy larga y muy buena. Compartimos cuarto por cinco años cuando los dos estábamos en Cleveland, nos cambiaron juntos a los Astros y debutamos casi al mismo tiempo, después el beisbol nos separó, pero siempre nos mantuvimos en contacto”, comentó el estadounidense, quien fue un apoyo para Willy, ya que le ayudó a aprender inglés.

Antes de la serie que sostuvieron a principios de la semana pasada, Luke estuvo una semana sin jugar por una fuerte gripe y la noticia del despido de Taveras, que en repetidas ocasiones lo hizo reflexionar sobre su presente en el beisbol o marcharse a su rancho de Florida y vivir la vida de campo que desde niño ha disfrutado.

“Como jugador uno se cansa de las situaciones políticas que tienen los dirigentes. Todavía tengo la pasión por jugar, ahora sin Willy me he acercado más a Héctor Galván, quien es con quien vivo y Miguel Tejada y Sandy Madera que son extranjeros como yo.”

El sábado pasado en el estadio Gasmart contra los Toros de Tijuana, Scott tuvo lo que hasta el momento ha sido su mejor encuentro al conectar un par de cuadrangulares y remolcar seis carreras. Un día después, el estadounidense se destapó con otro vuelacercas y tres rayitas más que ayudaron a la novena poblana a quedarse con la serie en la frontera.

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