Ya en la Liguilla, los integrantes de cualquier participante suelen presumir genuinas posibilidades de dar la vuelta olímpica. Sentencia que muta en falso cliché, si se clasificó en el sexto puesto, ese que ocupó el hoy finalista Querétaro.
Pero los Gallos Blancos no temen a la maldición. Durante la historia de los torneos cortos (37 ediciones anteriores), el club que ingresó a la fase final como el sembrado seis, jamás logró el título. Víctor Manuel Vucetich y sus futbolistas están convencidos de que serán los primeros.
“Vamos a cambiar todo. La historia está ahí, tenemos una gran cita jueves [hoy] y domingo”, recuerda el volante brasileño William da Silva. “Había escuchado algo del sexto lugar, pero queremos ser campeones y combatiremos con todo”.
Sin importar que los antecedentes no les favorezcan.
El Querétaro es el sexto equipo que alcanza la serie por el título que clasificó en el sitio seis. Tres de los cinco anteriores la cerraron en casa, por lo que jugar el segundo capítulo en el estadio La Corregidora no es garantía.
Ganar nueve de sus más recientes 13 encuentros de Liga (un empate y tres descalabros), reponerse de una desventaja de dos anotaciones frente al Pachuca y protagonizar la —hasta ahora— página más gloriosa en la historia del club, los motiva a creer que podrán fulminar un candado más en su camino al título. Esta noche, en Torreón, será la primera prueba.
“Hemos roto con todo... Y las cosas se nos han dado”, subraya el defensa Ricardo Osorio. “Pasaron los cuatro peores [a semifinales] y el torneo está para cualquiera”.
“Podemos ganar el título, aunque seamos sexto, también hay posibilidad de acabar con eso”.
El Necaxa (Invierno 1996), el Cruz Azul (Invierno 1999), el Pachuca (Verano 2001 y Clausura 2014), así como el Monterrey (Apertura 2004) fueron incapaces de hacer añicos esta ‘sui géneris’ maldición. La Máquina, los Rayados y la segunda versión de los Tuzos fallaron ante su pueblo.
Los Cementeros sacaron un valioso empate del estadio Hidalgo (2-2), pero aquel gol de oro firmado por Alejandro Glaría otorgó a los hidalguenses la primera de sus cinco coronaciones. Los regiomontanos, hace 10 años y medio, volvieron al estadio Tecnológico tras caer con los Pumas en Ciudad Universitaria (1-2). También sucumbieron como locales (0-1).
Caídas menos inverosímiles que la del Pachuca hace 12 meses. Los entonces dirigidos por Enrique Meza superaron al León como visitantes (3-2), pero cayeron en casa (0-2).
“Hemos hecho tantas cosas que quién puede decirnos que no seremos campeones. Nadie puede asegurar que el sexto no lo será”, afirma el atacante Ángel Sepúlveda. “La clave es la unión del grupo. Al vernos abajo, luchamos hasta el final.
“Estamos muy contentos, convencidos de que podemos lograr grandes cosas. Nos encontramos a dos partidos de poder salir campeón y eso es un sueño”.
A final de cuentas, entraron a la actual ‘Fiesta Grande’ con marca perdedora en series de postemporada (1-2). Superar al Veracruz y al Pachuca ya los pone con balance positivo en la Liguilla.
“Llegamos hasta aquí y queremos más”, sentencia el arquero Tiago Volpi. “Soñamos con lograr el título y tenemos que seguir trabajando con la misma humildad para que podamos hacer dos grandes partidos contra Santos”.
Afrontar la adversidad es su ‘modus vivendi’. Cuando Vucetich relevó a Ignacio Ambriz, estaban en el sitio 15 de la clasificación, con cinco unidades de 21 posibles y a seis de la zona de fase final. Hoy, jugarán el primer partido de final en la historia del club.
“Poquísimas personas creían en nosotros, pero sabemos el plantel que tenemos, el nivel que hay, además de las ganas de hacer algo en Querétaro, porque los aficionados lo merecen”, sentencia Da Silva. “Primero Dios, vamos a buscar más. No nos importa eso del sexto [clasificado].
“Mentalmente, llegamos muy bien. Hemos hecho las cosas de forma impresionante”, añade Sepúlveda. “Junto a Santos, fuimos de los que mejor llegamos a la Liguilla y se está notando en estas semanas”.
Durante las que han demostrado que hasta el ‘maldito’ sexto sembrado puede aspirar al título.
