Es un viejo puma sexagenario, achacoso y con dentera. Por eso ahora batalla para cazar y devorar a sus presas. Así se le ve hoy, a seis décadas de su fundación, debido al crítico pasaje que experimenta.
Los románticos Pumas, aquellos hechos en CU y fundidos en oro, cultivan memorias que ayudan a celebrar, aunque también a lamentar la desaparición de valores que a la fecha lo exhiben como un felino desgastado y plagado de futbolistas no nacidos en México, cuando antes, su cualidad era la cantera.
“Me da mucho gusto que Pumas esté de fiesta”, señala Manuel Negrete, uno de los máximos ídolos felinos de todos los tiempos. “Esperemos que les vaya bien, que los jugadores estén mucho mejor, porque los resultados no se han dado. Los fui a ver a León, hicieron un gran partido, no les alcanzó para llevarse el triunfo, pero estoy esperando que mejoren”, añade el símbolo auriazul en los inolvidables 80.
En entrevista, el máximo goleador mexicano en la historia de Pumas, con 101 anotaciones, reconoce que lo que sucede en la cantera universitaria “por supuesto que es totalmente diferente”, a aquella época dorada, porque en aquellos años había “un Mario Velarde comprometido, rodeado de un grupo de gente que trabajaba para surtir más a la cantera, además del compromiso del ingeniero [Guillermo] Aguilar Álvarez y de Arnoldo Levinson. Eran 10 personas máximo. Me tocó ese tiempo, porque yo vivía ahí, en la casa club”, testifica.
Fundado en agosto de 1954, el Club Universidad debutó en Segunda División, el 12 de septiembre de ese mismo año. Desde entonces acumula una rica trayectoria entre los clubes más queridos, no sólo por la comunidad estudiantil y sus múltiples generaciones, sino también, entre miles más que simpatizan con esa filosofía promotora de los jóvenes.
“Tuve muchísimo aprendizaje como jugador y gente que vivió en la casa club. En esa época era uno de los momentos más importantes, cuando los primeros títulos que se vivieron, en 1976-77 y luego 1980-81, cuando se gana también la Interamericana, y surgieron más jugadores”, recuerda nostálgico.
Sí, después del ascenso, en 1962, Pumas encontró su mejor alcance futbolístico en la década de los 80, con todo y que en ese lapso, únicamente conquistó un título. ¿Cómo olvidar aquellas finales perdidas contra América en 1984-85 y 1987-88, hasta consumar el campeonato, a costa de las mismas Águilas, en 1990-91?
“Llegué de 18 ó 19 años a Pumas”, rememora Negrete. “Fue importante, porque de ahí surgieron otros jugadores interesantes, de Selección, llegué rapidísimo. Antes de debutar estaba en la Juvenil, nos tocó medalla de oro en la Universiada. La selección universitaria que ganó medalla de oro en México. Había jugadores de Pumas por todos lados y gente muy valiosa, que ya no está. Algunos fallecieron, caso de Juanito Armenta, otros dejaron de pertenecer al equipo. Creo que la historia ha sido grande”, repasa.
El recuento de Manuel detecta fallas estructurales en el Club Universidad antes de la última década. “Hablar de la falta de trabajo en fuerzas básicas data de 12 ó 13 años para acá”, asegura. Incluso “desde que estaba El Tuca Ferretti”, considera el hábil ex futbolista.
“Me fui en 1990 y luego —en definitiva—, en 1992. Todavía me tocó el primer año de Tuca y ya no era tan fácil que se jugara con chavos”.
La cantera había perdido la secuencia. Ahora “necesitaban gente experimentada y del extranjero, desde esa época empezó a fallar Pumas en la selección de los jóvenes. Después Hugo [Sánchez] no se la jugaba tanto, porque eran futbolistas que buscaban los títulos más que el desarrollo de la cantera y por eso no eran tan arriesgados”, opina.
“Llegaron otros directivos y pensamientos. Todo lo que se había hecho en fuerzas básicas cambió. También la cantera de entrenadores. Los intereses personales fueron quitando a la gente con posibilidades. Hoy, aún la gente de Pumas me recuerda con cariño”.
Escéptico, Negrete duda que la cantera resurja...
“Ojalá Sancho llegue con una varita mágica”, anhela, el máximo realizador mexicano en la historia del Club Universidad, aún por encima de Hugo Sánchez Márquez.