Los esfuerzos del cuerpo médico de la Selección Mexicana por recuperar a sus dos capitanes: Rafael Márquez y Andrés Guardado para el juego contra Estados Unidos por el pase a la Copa Confederaciones, podrían dar resultados... a medias.
La lesión de Guardado, un esguince de segundo grado en el tobillo izquierdo, “podría superarse con buena terapia y un excelente vendaje”; en tanto que para lo de Márquez, un tirón en el abductor de la pierna derecha, que lo alejaría un mes de las canchas, “sólo un milagro haría que estuviera listo” para el juego”, en la opinión del doctor Mario Mercader, presidente de la Asociación de Medicina del Deporte del DF.
La dirección de Selecciones mandó al kinesiólogo Carlos Pecanha a Europa, para tratar las dolencias del volante y el defensor. Los primeros informes hablan de que Guardado es quien más posibilidades tiene de concentrarse con el Tri.
“Un esguince de segundo grado regularmente puede tardar de tres a seis semanas de recuperación, es una norma estándar”, afirma el doctor Mercader.
La clave para esto “son mínimo dos sesiones de fisioterapia al día y un vendaje protector, aunque claro, cada cuerpo tiene distinta reacción”.
En lo que a Márquez se refiere, “la cuestión es más complicada, tanto por la lesión como por otro factor: la edad. Porque no es lo mismo ‘Los Tres Mosqueteros que 20 años después’”.
Márquez tiene 36 años de edad y un gran historial de lesiones alrededor de su carrera: “y las dolencias musculares son muy sangronas... A veces piensas que ya están, hasta haces un ultrasonido para comprobar y a la hora de la verdad, la molestia se vuelve a presentar”.
Normalmente, la lesión de Márquez “sanaría en un mes, es un desgarro parcial... Se supone que por cada centímetro te tardas diez días en recuperarte, pero para eso, la juventud ayuda mucho, y con Rafa, pues ese factor no está presente”.