Ser la primera mujer latinoamericana en pertenecer al Salón de la Fama del Golf no cambiará a Lorena Ochoa, pero afirma que tendrá una mayor responsabilidad.
La tapatía no perderá la sencillez que la ha caracterizado durante y después de su carrera. El próximo martes 3 de octubre, en Guadalajara, Ochoa hará una recaudación para los afectados en los sismos.
Lorena ha tenido una semana llena de emociones. Estar rodeada por sus seres queridos durante su nombramiento al Salón de la Fama es algo que nunca olvidará.
“Fue algo muy bonito poder estar ahí y ahora tocará seguir trabajando para ayudar a otras personas y a este deporte”, dijo la tapatía en entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
La mexicana fue reconocida por sus 27 títulos en la LPGA, en tan sólo siete años como profesional, y por su récord de 158 semanas como la número uno del ranking.
La ex profesional espera que se abran más puertas a golfistas latinoamericanos, hombres y mujeres, para que no pierdan el sueño de llegar a la máxima categoría.
Durante la ceremonia, Ochoa se notó nerviosa. “Fue algo emotivo, estuve rodeada por mis familiares, amigos y entrenadores. Hace mucho que no convivía con tantos golfistas”, agregó Lorena, quien estuvo acompañada de Jack Nicklaus, 73 veces ganador en el PGA Tour, y Annika Sorenstam, quien ganó 72 títulos en la LPGA.
Ochoa Reyes comentó que hace 10 años, cuando escaló a la cima de la LPGA, nunca se imaginó convertirse en una leyenda.
La tapatía asistirá a la Presidents Cup, torneo que enfrentará a los mejores profesionales del mundo contra los de Estados Unidos, con fines benéficos.