Aunque Octavio García ‘El Payo’ considera que este año fue bueno, no lo ve como el de su consagración, pues eso lo debe decidir el público, que es el que califica a los toreros.
En entrevista, el diestro queretano señaló “creo que hablar de una posición de figura del toreo, una posición consagratoria lo tiene que decir el público y no uno mismo, cuando uno dice que es figura del toreo es porque lo dicen los demás, entonces tienes que crecer todos los días, evolucionar, crecer como torero y trabajar, que al final lo más bonito del mundo es expresarte en la plaza de toros.
“Faltarme, gracias a Dios me faltan pocas cosas, a lo mejor una puerta grande en Madrid, como novillero estuve dos veces a nada de abrirla, torear en Sevilla como matador de toros, y en las plazas de España de primera, en México he tenido oportunidad de torear en casi todos lados, creo que todavía no ha llegado el día en que me exprese en La México”, indicó.
Apuntó que este 2014 sí lo podría considerar su mejor año, salvo que no fue a Madrid, pero fue un año importante porque desde inicio del año, en la Feria de León se llevó la Zapatilla de plata, luego Aguascalientes, el premio del triunfador de la feria, en Zacatecas, el Escapulario de plata, en todas las plazas que pisó le ha ido bien, además de tener la colaboración del toro.
Agregó que el principal reto a vencer será siempre Octavio García, pues debe superarse día a día para vencer su miedo y sus limitaciones, pues el torero está solo frente al toro y no se compara con otros deportes. “El toreo es tan grande que lo que más importa es lo que sientes, y lo que siente el público”, resaltó.
“Cuando estás en una profesión que requiere tanto sacrificio, tanto compromiso contigo mismo, no hay engaño”.
Confió en que en 2015 pueda hacer una gira por España para que la afición de aquel país lo vea torear y corroborar que está en buena forma.
Adelantó que en lo que queda del año, se presentará en Calkini, Campeche, (este fin de semana), luego, el 12 de diciembre en León, Guanajauto, luego el 14 de diciembre a Mérida, Yucatán y luego el 25 en Querétaro.
Precisó que los toreros tienen que aprender de vivir con las cornadas, como la que él sufrió y que lo mantuvo alejado de los ruedos un tiempo, y lo consideró como parte de la profesión de ser torero y enfrentar a los bureles.