Abu Dhabi.— Después de dos subcampeonatos consecutivos a la sombra de Lewis Hamilton, el alemán Nico Rosberg logró finalmente su primer título en la Fórmula Uno al defender con éxito su ventaja en el Gran Premio de Abu Dhabi.
El piloto de Mercedes terminó segundo en la carrera final de la temporada, por detrás de Hamilton, a quien no le alcanzó la victoria para coronarse por cuarta vez en la máxima categoría del automovilismo.
El alemán, que había sido subcampeón en 2014 y 2015 por detrás de su compañero británico en Mercedes, logró así emular a su padre, el finlandés Keke Rosberg, quien alzó el trofeo de la Fórmula 1 en 1982.
“Esto es surrealista”, celebró Rosberg en el podio tras ser saludado por Hamilton. “Estoy muy orgulloso. He logrado lo mismo que mi padre. Él estará aquí en media hora, así que estoy muy entusiasmado de verlo.
“Es un sueño de infancia hecho realidad. Ahora sólo quiero festejar y dar rienda suelta a la alegría”, afirmó el alemán.
“En la vuelta final de la carrera lloré sin parar”, reconoció.
El resultado de ayer fue idéntico al de las anteriores tres carreras: un 1-2 de Mercedes con Hamilton al frente y Rosberg haciendo negocio con el segundo puesto.
El piloto germano, de 31 años, llegaba a la carrera final de la temporada con una ventaja de 12 puntos y necesitaba por lo menos un tercer puesto para ser campeón.
La premisa principal para Rosberg ayer era evitar cualquier error y así lo hizo. Sin embargo, el alemán también demostró coraje en una muy arriesgada maniobra en la que superó al Red Bull del holandés Max Verstappen y que le permitió asegurarse el segundo lugar.
A diferencia de la definición de 2014, cuando Hamilton recuperó una desventaja de 17 puntos para amargar a Rosberg, esta vez no hubo lugar para las sorpresas en la tarde-noche de Yas Marina.
Los dos Mercedes tuvieron una largada limpia y salieron en punta. Verstappen, de quien Hamilton necesitaba una buena actuación para tener posibilidades, hizo un trompo en la partida, pero rápidamente fue escalando posiciones en la primera parte de la carrera.
Tras la segunda parada en boxes, Hamilton comenzó a pilotar con más lentitud, lo que motivó una consulta de su equipo. Al parecer, el piloto británico buscaba apretar la carrera para que Rosberg pueda ser sobrepasado.
“Estoy perdiendo el título en este momento, así que no me importa si pierdo la carrera”, diría luego el británico tras la orden de Paddy Lowe de que fuera más rápido.
Pese a las maniobras de Hamilton, ni los Red Bull ni las Ferrari consiguieron colarse entre los Mercedes. El alemán Sebastian Vettel, en un gran final, subió hasta el tercer lugar con su Ferrari, por delante de los Red Bull de Verstappen y del australiano Daniel Ricciardo.
Vettel presionó en el cierre para quitarle el segundo lugar a su compatriota, pero Rosberg no lo permitió y terminó celebrando con un “Yeeeaaaah” que sonó a enorme descarga. Su esposa Vivian, de inmediato, lo felicitó emocionada por la radio.
Tras la carrera, Hamilton felicitó a su rival, al que consideró un merecido campeón. “Nico fue simplemente mejor, más no pude hacer. Me alegro por la batalla que tendremos el año próximo”.
Con el segundo puesto, Rosberg termina la temporada con 385 puntos frente a los 380 de Hamilton. Además, el piloto nacido en Wiesbaden se convierte en el tercer alemán en ser campeón de la Fórmula 1 después de Michael Schumacher, ganador de siete títulos, y Vettel, vencedor en cuatro temporadas. Y el ganador número 33 de la historia de la categoría.
Curiosamente, Rosberg logra el campeonato pese a haber obtenido menos triunfos que Hamilton en la temporada.
El británico, triple campeón, se impuso en diez de las 21 carreras, mientras que el alemán lo hizo en nueve. Pero poco importa eso a Rosberg, que por fin pudo sacarse el estigma de ser el eterno segundo.
El antecedente de un padre e hijo campeón en la F1 corresponde al británico Graham Hill, monarca en 1962 y 1968, y su hijo Damon, que lo emuló en 1996, también 34 años después de la victoria inicial de su padre. Agencias
