Lo que pasó a Cruz Azul tiene todos los tintes de un trauma. Y es que el tener en las manos el título que se les ha negado por quince años y perderlo en menos de un minuto, no tiene otra explicación.

El sicólogo especializado en el deporte, Octavio Rivas, no encuentra otra explicación sobre lo que sucedió al equipo cementero, que cayó en serie de penaltis ante el América, en la gran final del Clausura 2013.

“Es difícil saber qué es lo que le pasa a Cruz Azul”, responde el doctor, quien estuvo trabajando en La Máquina durante 2006, periodo en el que el técnico era Isaac Mizrahi.

“Tengo una buena amistad con los Álvarez, Fredy [Alfredo] y Billy [Guillermo] y mucha gente más que está arriba. Pero parece que no han logrado considerar que por encima de sus diferencias, el propósito más importante que debe existir, y que debe ir desde el utilero hasta el último directivo, es ser campeones. Si sólo son unos cuantos los que piensan así, pero no los que tienen la capacidad de incidir directamente o por debajo del agua en el equipo, estamos en un grave error”, consideró.

—¿Qué le falta a Cruz Azul?

—Deben tener claro lo que quieren. Hay una película extraordinaria que la pasamos cuando Hugo [Sánchez] logró el primer campeonato con Pumas [Clausura 2004]. No pusimos nada de futbol, sino el ambiente en el vestidor antes de salir al juego contra Chivas, luego lo que Hugo les dijo en el medio tiempo y luego la celebración por el triunfo. Le dimos a cada jugador el video, porque el siguiente campeonato no era ganarlo en Ciudad Universitaria, sino en Monterrey. Cuando todo el mundo está dentro de la jugada, las posibilidades de éxito aumentan, pero cuando una persona con poder abierto u oculto, pone una o varias piedras en la maquinaria, ésta truena.

—Dicen que en la organización de Cruz Azul, los jugadores se sienten muy cómodos y que parecen no tener hambre.

—Esto no es algo universal. Yo aquí juego porque me pagan, dicen algunos, puede que ocurra con los extranjeros, pero con la gente que se formó en las fuerzas básicas no, ellos dicen, aunque no me paguen yo me rompo el alma por el equipo.

—Hablando con claridad, ¿se trata de un trauma?

—Sí, esto ya es un trauma.

—¿Pesan más de quince años sin la obtención de un título?

—Por eso, de la misma manera que le ponen empeño a lo físico o a lo que comen, deben ponerle empeño a lo mental en todos los niveles. El preparador físico debe saber la función del sistema cardiorrespiratorio; el técnico no sólo debe decirle: “pégale bien”, sino cómo te debes parar para conectarla de la mejor forma y en lo mental no sólo es decirle: “échale ganas”, no, por favor, no es sólo eso. Hay poca gente que hemos hecho una maestría en la sicología del deporte y sabemos lo importante que es eso”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS