Por un instante estuvo a punto de convertirse en el “malo de la película”. Con el América abierto, desafiante, el cruzazulino Pablo Barrera sacó partido de los espacios y en un tris enfiló hacia la portería azulcrema. Jesús Molina, desesperado, barrió y lo derribó afuera del área. El árbitro, Paul Delgadillo, lo expulsó y puso cuesta abajo al América.
“No hacía más que pedirle a Dios que todo saliera bien, que me diera fortaleza, porque en ese momento no sabes qué hacer”, compartió.
“Ahora estoy muy contento, disfrutando lo que fue toda la campaña. Tuve muchos minutos, salvo un partido, jugué casi todos y estoy contento, porque creo que los objetivos trazados se cumplieron”, agregó Molina.
“Sí, la verdad que fue un momento complicado, creo yo que fue una expulsión injusta. En el momento estaba muy triste, pidiéndole a Dios que todo saliera bien, pero se veía casi imposible. Sin embargo, para Dios no hay imposibles y el resultado te lo indica”, celebró el seleccionado, integrado ya a la disciplina del Chepo de la Torre.