Ginebra.— Basta de coquetear con la presidencia de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) y defina de una vez por todas lo que realmente quiere hacer.
Joseph Blatter recibió ayer un mensaje directo de parte de Domenico Scala, el supervisor de las elecciones de la FIFA, para que ponga fin a las conjeturas de que le gustaría permanecer en el cargo.
“Los tiempos de coquetear con el poder se acabaron”, dijo Scala, en una declaración difundida al término de una semana en la que la ambivalencia de Blatter en torno de la palabra “renuncia” hace pensar que el presidente del organismo rector del futbol mundial quiere aferrarse al cargo, en medio de un escándalo de corrupción sin precedentes.
“Insto a todos los involucrados —incluyendo al señor Blatter— a que se pongan del lado de las reformas y que el anunciado cambio en el alto mando de la FIFA es inequívoco”, dijo enérgico Scala.
Blatter planteó su salida el 2 de junio, a raíz de la crisis desatada por las investigaciones judiciales en Estados Unidos y Suiza sobre presuntos sobornos, asociación ilícita y ‘lavado’ de dinero que involucraron a varios altos dirigentes de la FIFA.
El jerarca suizo insistió que no se presentaría como candidato en las elecciones que se realizarían entre diciembre y marzo venideros.
Sin embargo, el polémico dirigente ha dado la impresión de que podría dar marcha atrás a su decisión al indicar que técnicamente no dimitió.
La interpretación de Blatter es que “cedió su mandato” y un congreso extraordinario de las 209 federaciones miembros de la FIFA será el que defina quién lo completará.
Scala, a cargo de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de FIFA, se ha pronunciado al respecto.
A comienzos de mes, Scala apeló a una retórica más diplomática cuando señaló que es “indispensable” cumplir con el proceso de cambio en el liderazgo de la FIFA que se anunció hace varias semanas.
Blatter y Scala trabajan en conjunto en un paquete de reformas de la FIFA que deberá ser aprobado en el congreso extraordinario que se realizará en Zurich, Suiza.
En una entrevista publicada el sábado por el diario suizo Walliser Bote, el saliente presidente de la FIFA indicó que inicios de 2016 se perfila como la fecha realista para las elecciones. También reiteró al periódico que no se postulará y que fue “liberador” anunciar su salida, tras 40 años en la FIFA.
Pero la polémica se desató cuando, según el rotativo suizo Blick, el helvético dijo que “no renuncié, sólo puse mi mandato a disposición en un congreso extraordinario” durante un acto de festejo por la construcción del nuevo museo de la FIFA.
Los rumores sobre un posible arrepentimiento comenzaron a hacerse más fuertes. Redacción y agencias