Los resultados de las últimas carreras, incluida la del domingo pasado, parecen indicar que el abrumador dominio de Mercedes está llegando a su fin, lo que hace abrigar esperanzas de un cierre espectacular de temporada en la Fórmula 1.
Desde el Gran Premio de Inglaterra se notó que la brecha entre Mercedes y el resto de su competencia se ha cerrado un poco.
En Silverstone, Lewis Hamilton fue el ganador, pero el finlandés Valtteri Bottas subió al podio como segundo lugar y Daniel Ricciardo, de Red Bull, fue tercero.
En Alemania, Nico Rosberg subió primero por Mercedes, pero Bottas volvió a ser segundo y dejó a Hamilton en tercero.
En Hungría, Ricciardo fue primero, el español Fernando Alonso, de Ferrari, fue segundo y en tercero quedó relegado Hamilton.
Dos de esos resultados se dieron después de que la FIA ordenó cambios al reglamento y prohibió el uso del sistema FRIC.
Ese sistema controla la plataforma del auto y lo hace tan estable como sea posible permitiendo una mejor aerodinámica que permite un manejo más agresivo porque da más agarre.
La teoría era que Mercedes era la escudería que le había sacado mejor provecho al sistema y de ahí derivó su aplastante dominio.
Ricciardo es este año el único piloto que no empuña el volante de un Mercedes que ha ganado un Gran Premio.
“Alguien tiene que hacerlo”, bromeó el australiano, a quien muchos consideraron a principios de año un ayudante de Vettel y un simpático piloto que se amoldaría sin reparos al papel de aprendiz. Pero el hombre de la sonrisa eterna mostró los dientes.
“No es sólo uno de los jóvenes más simpáticos del grupo, sino también con toda seguridad uno de los mejores pilotos”, declaró la estrella de las ‘Flechas de plata’, Lewis Hamilton.
Para saber si lo que ha ocurrido en las últimas semanas es una tendencia o sólo una coincidencia habrá que esperar un poco.
Tras el espectacular Gran Premio de Hungría, los pilotos de la Fórmula Uno se tomarán unas pequeñas vacaciones hasta el 24 de agosto, cuando la Gran Carpa se traslade al circuito Spa-Francorchamps, en Bélgica, un circuito que le sienta bien al alemán Sebastian Vettel, que ganó ahí el año pasado.
En total son ocho las carreras que restan en el calendario. Después de Bélgica siguen Monza, Marina Bay, Suzuka, Sochi, que hará su presentación en la F1, a pesar de los problemas políticos que vive Rusia. Luego vienen las pruebas de Austin, Interlagos, en Brasil y Yas Marina, circuito de Abu Dhabi que el próximo 23 de noviembre bajará el telón de la máxima categoría del automovilismo.