En esta segunda etapa como monarca mundial el boxeador mexiquense Adrián Confesor Hernández (27-2-1, 16KO) se siente más maduro. Es una sensación que quiere dejar patente cuando se enfrente al japonés Atsushi Kakutani (13-3-1, 6KO) este sábado sobre el ring del gimnasio Juan de la Barrera de la capital.

“Me siento más maduro, más consciente de lo que es ser campeón del mundo. Es una responsabilidad muy grande que hay que trabajar. Me gusta ser campeón y por eso manejo esta responsabilidad con mucho gusto. Entreno cada vez mejor; además, me siento fuerte”, destaca El Confesor, monarca minimosca del Consejo Mundial de Boxeo.

En su primera etapa, apenas duró una pelea, pues perdió su fajín de visitante en la segunda defensa ante el tailandés Kompayak Porpramook, en diciembre de 2011. Pero el año pasado recuperó su corona ante el mismo Porprammook y ya va para su tercera defensa ante Kakutani.

“No hay mucha diferencia de mi manera de ser de mi primera etapa como monarca a ésta. Nunca he perdido el sueño de ser un gran boxeador y he trabajado duro para llegar a donde estoy”, resalta el pugilista de 27 años.

Sobre su rival japonés de este fin de semana, Hernández tiene la intención de noquearlo si se le presenta la oportunidad, pero destaca que no será un oponente nada fácil.

“La gente cree que los japoneses cuando vienen a México, llegan como carne de cañón, pero no son presas fáciles. Así que se complican las peleas, por eso no me confío”, dice el campeón.

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