Cuatro grandes atajadas de José de Jesús Corona en el más reciente juego del Cruz Azul, el cual empató a un gol contra el líder Monterrey y los cuatro goles recibidos por Francisco Guillermo Ochoa en el Standard de Lieja de Bélgica, han revivido la eterna polémica.
¿Quién debe de ser en definitiva el portero titular de la Selección Nacional Mexicana?
Una batalla que no es de ahora; que comenzó en 2005, cuando los llamados a ambos porteros se comenzaron a dar. Hoy, años después, la guerra continúa con batallas ganadas por ambos lados en distintos momentos.
En los más recientes juegos del Tricolor al mando de Juan Carlos Osorio, con todo y sus famosas rotaciones, Ochoa ha sacado ventaja, pero ahora, con el momento que vive el portero de La Máquina, todo puede cambiar y quizá el colombiano tenga otra opinión.
“Estoy aquí y claro que quiero jugar, claro que quiero estar en la Selección, yo siempre levanto la mano”, afirma Corona, quien lleva 12 años siendo llamado al Tri, para el cual ha jugado 49 partidos.
Corona no exige jugar, no exige llevar el 1. Para el nacido en Guadalajara, lo principal “es mostrarse con lo que haces en tu club, si estás en tu equipo, eso lógicamente te va a llevar a la Selección. Lo demás, quien juega o no es decisión del entrenador, ahí uno no puede decidir, lo que sí está claro es que quiero jugar, eso sí”, sentencia.
Alrededor de esta eterna lucha se han levantado varios mitos. Que si ambos porteros no se hablan, que se llevan mal; que Paco Memo es favorecido por ser más mediático, o que los escándalos de Chuy, algunos arrebatos de furia le han restado puntos.
Mas la realidad...
“La realidad es que somos compañeros, nos llevamos bien. A mí me da mucho gusto que Memo juegue en Europa y que muestre su nivel. Reitero, ya quien juegue, no es cuestión de uno o de otro, sino del entrenador”, ha mencionado José de Jesús.
La batalla no terminará cuando Osorio decida quién jugará en el partido contra Panamá o contra Costa Rica, o si a alguno de los dos le hacen más o menos goles.
“Soy de los que piensa que nadie tiene su lugar asegurado, no importa el buen partido que haya hecho o el malo. Yo nunca me relajo, siempre sigo trabajando para tener más y más oportunidades”.
Al final, su primera tarea, es poner a dudar a quien elige: “Si les damos esas dudas, una duda buena al técnico, es mucho mejor, porque eso quiere decir que tiene de donde escoger”.