La mecánica traicionó por primera vez al triple campeón del mundo español Marc Marquez (Repsol Honda RC 213 V) y lo hizo en el peor momento posible, durante la disputa del GP de Inglaterra de MotoGP en el circuito de Silverstone, en donde perdió el liderato del Mundial.
Márquez hizo bien su trabajo durante todo el fin de semana, a pesar de sufrir dos caídas en una misma sesión de entrenamientos, la segunda tanda del viernes, una de ellas, la primera, muy dura, pero que apenas le pasó factura físicamente.
Así se llegó a la duodécima carrera de la temporada, en la que era el favorito a la victoria, aunque sin olvidar a su compatriota Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), vencedor el pasado año, y con los italianos Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17) y Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) quizás en un segundo plano que, para algunos, no lo fue tanto.
Márquez dominó en entrenamientos y parecía que lo iba a hacer en carrera, pero primero le sorprendió Valentino Rossi, quien al llegar a Inglaterra decidió vestirse de víctima y asegurar que no se veía en la pelea por el título. Nada más lejos de la realidad, pues son muchos los que piensan que el campeón italiano prefiere tomar esta postura para quitarse una parte importante de presión en lo que queda de campeonato.
Además, Andrea Dovizioso hizo una carrera perfecta y logró una nueva victoria, la segunda consecutiva y la cuarta de la temporada, de las cuatro que lleva Ducati, con otras tantas de Yamaha, tres de Maverick Viñales y una de Valentino Rossi y las mismas para los pilotos de Repsol Honda, tres de Marc Márquez y una de Dani Pedrosa.