Cruz Azul se reivindicó como local y Mariano Pavone con el gol, en la victoria cementera 1-0 con el León. Pavone, chiflado el martes pasado, sacó la enjundia y en un gol muy a su estilo, dio la victoria para que los Cementeros sumen 20 puntos, por 22 de los leoneses.
Buen juego en el estadio Azul, en el que por fin no cayó la lluvia, y dejó ver un buen espectáculo.
Durante la mayor parte del primer tiempo, ambos equipos se dedicaron a intentar, pero no concluir. Los dos con iguales formaciones: 4-4-1-1, apostaron por el control de la media cancha, donde se dio una lucha sin cuartel entre Gerardo Torrado y Carlos Peña.
Cruz Azul llegó primero con una serie de triangulaciones que Pavone concluyó con un tiro raso; y León respondió con un tiro de media distancia de Luis Montes.
Era un juego muy parejo.
Hasta que a los 27 minutos, Darío Burbano se lesionó, y ahí León perdió el rumbo.
La batalla de la media cancha fue ganada por Torrado y compañía, las bandas comenzaron a explotarse, sobre todo el sector izquierdo con Sergio Nápoles. Cruz Azul despertó. Chaco comenzó a funcionar, aunque todavía no está en su real nivel; Pavone remató un servicio que fue desviado por el portero Yarbrough; enseguida vino una pared entre Rojas y Giménez, y Yarbrough volvió a actuar bien, al igual que en un tiro centro de Nápoles, al que el portero esmeralda le metió los puños.
León salió satisfecho del primer tiempo, al aguantar el cero.
La Fiera cambió de actitud al iniciar la segunda parte y Memo Vázquez decidió dar un paso al frente ingresando a Achille Emaná.
León presionó, adelantó líneas y ahí vino lo que se denomina a partir de ahora como el gol fantasma.
Era el minuto 55’, cuando Elías Hernández mandó un centro a segundo palo, donde Matías Britos remató llevándose por delante a Jaír Pereira. El balón pegó por la parte de afuera de la portería, y algunos aficionados leoneses gritaron gol.
Las asistencias entraron para atender a Britos, y al reanudarse el juego, el silbante Jorge Isaac Rojas tomó el balón y lo llevó a media cancha, ante la sorpresa de Cementeros, Esmeraldas y los otros tres silbantes. Y es que había marcado gol. Su asistente y el cuarto árbitro, lo hicieron entrar en razón y todo quedó en saque de meta. Por eso, desde ahora es conocido como el gol fantasma.
Mas faltaba la reivindicación. Mariano Pavone el pasado martes fue más que abucheado por sus fallas en el encuentro ante el Valencia de Haití. El Tanque quería sacarse la espina. Durante el juego sostuvo una buena batalla con Rafa Márquez, dividiendo triunfos y derrotas, pero él quería algo más y lo consiguió muy a su estilo. Peleó por un balón, peleó hasta la línea de meta, se fue tropezando hasta el área grande y de ahí sacó un disparo que mandó al balón con violencia al fondo de la portería (61’).
Al León le salió La Fiera. El ímpetu le alcanzó para inquietar a Corona, quien respondió bien en dos tiros a quemarropa.
Al final, La Máquina logró tres puntos clave, mientras el León dejó escapar al superlíder América.